Un fatídico accidente en una fiesta de cumpleaños de jóvenes, destapa una posible guerra entre mafias de traficantes. Pese a ser reacio a adjudicarle el caso, el subcomisario Flores convence al Delegado Provincial de que el inspector Cañete es el hombre apropiado. Si resuelve es caso, todos ganan; si, como todos esperan, vuelve a fracasar, él será el único que pierda. Es el perfecto chivo expiatorio. El caso le lleva a viajar a Málaga y conocer a una mujer increíble, Aamori, amante de un agregado comercial africano. Cañete y Aamori vivirán una peligrosa historia de amor en un hotel de La Carihuela, cuyos propietarios son como una segunda familia para Cañete. Durante los días en que investiga en Marruecos las conexiones entre cultivadores y traficantes, Aamori es raptada. El inspector Cañete hará lo imposible para resolver el caso de las muertes de los jóvenes de Puerto Real, detener al camello que vendió la droga envenenada y rescatar a Aamori. Demasiadas carambolas para alguien que no sabe jugar al billar.
