En nuestro mundo industrial hay un lugar para cada cosa y todo está planificado a la perfección en favor de la eficiencia. Así, cada maquina y cada persona cumple su función programada acorde con los pasos y acciones documentados en carpetas y archivos. Ya no más una persona, todo un día, un par de zapatos, dale que te dale. Ahora tenemos productos a cientos y miles y maquinas que te dale a la gente. Así también, la eficiencia se ha extendido a la sociedad toda y ya no más padres ni comuneros, todo el día, con los hijos, ahora tenemos, servicios sociales de profesión. Por eso, recomendamos de inmediato a nuestros niños, enfermos y ancianos, abrir carpetas en tales departamentos y pegar sus teléfonos en la puerta del refrigerador.