La moraleja entonces, es que, para cambiar la dura rutina de los hechos en nuestra sociedad moderna, debemos abogar por un cambio en sus estructuras devolviendo valores como...solidaridad, responsabilidad y compromiso. Para que ello suceda, deben crearse comunidades en las cuales las personas puedan realizarse plenamente como tales, adquiriendo responsabilidad y compromiso, uno frente al otro y no por simples intereses momentáneos.
Como está comprobado en todo modelo empírico, la realización efectiva de las reglas morales que rigen sobre un individuo, están íntimamente relacionadas con la sociedad a la cual pertenece. La persona va a ´recordar´ y hacer efectivos sus compromisos morales en la medida que exista una comunidad que por si misma se encargue de cumplir y hacer cumplir tales reglas. Sus propios miembros van a hacer las veces de supervisores uno del otro, limitando a su vez los poderes otorgados a quienes fueron designados para ocupar puestos de autoridad.