Antes que todo, permite que me presente… yo soy Balán Léguil, erudito aventurero de la Marca Anterior. La historia que estás por conocer, es tan solo una de las tantas existentes dentro del basto mundo de las Cuatro Marcas y de sus Nueve Reinos.
En aquellos días en los cuales me dediqué a recaudar leyendas, historias y todo tipo de anécdotas, me topé con una que fue en especial de mi mayor agrado, la cual hablaba de un personaje de menor importancia… ¿pero por qué enfocar mi atención en contar la historia de un personaje insignificante si existen otras de mayor impacto, de héroes cuyos perfiles llamativos hincharían las páginas de una historia? Pues bien, por qué para ellos habrá otros títulos que con igual agrado les dedicaré. O tal vez las encuentres narradas por alguno de mis camaradas…
Como dije, he decidido centrar mi atención en las hazañas de este personaje de insípida fama, cuyo nombre desconocido se ve repetido, circunstancialmente, dentro de otras historias protagonizadas por heroicos personajes. La lista es amplia, pero solo nombraré los de mayor impacto, tales ejemplos: el alquimago errante blanco Yaibrel, y el alquimago errante oscuro Arcbael, ambos personajes enigmáticos; el rey heredero teradriano Sande y varios de sus siervos más fieles y... no tan fieles.
Su participación llegó a ser pieza clave dentro del rompecabezas existencial complementario de los Nueve Reinos.
Ah... venerable lector, es preciso advertir que las palabras que aquí encontraras significan más que un simple relato fantasioso. Si lo que buscas es una burda historia como esa, entonces, te sugiero que detengas aquí tu lectura. Pero, si decides continuar… entonces igualmente te advierto que serás seducido por el conocimiento que aquí te comparto.
Fue conocido con diferentes motes pero el que más le destacó fue: Ephesto.
