En la actualidad la Ciudad de Panamá se ha convertido en escenario de cambios vertiginosos, han sido erguido enormes rascacielos y grandes viaductos en términos de muy pocos años, lo que lleva a una desmesurada construcción que en cierto modo lucha cara a cara con la naturaleza, reclamando cada metro cuadrado de suelo sin dejar respiro a nada.
En los últimos años el mercado inmobiliario ha traído un gran crecimiento económico ciertamente, pero lo que pareciese bueno puede dejar de lado otro tema que seria en tal forma un costo muy grande para la nación.
En el mundo el mercado de la construcción representa el 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero que son lanzados hacia la atmósfera, lo que conlleva a analizar que en una ciudad tan pequeña como es la de Panamá al encontrarse en un auge inmobiliario debe representar una gran carga ecológica para los habitantes de la nación si este motor económico es en tal medida mal ejecutado, sin ser responsable con el aporte a estos residuos que son dirigidos al ecosistema.
De cierta forma la herramienta mas poderosa para cumplir el deseo de tener un país mas limpio y libre de emisiones dañinas es la conciencia de la población, comenzando por los profesionales de la materia, los cuales deben tener en cuenta muchas consideraciones para un diseño limpio y responsable con el entorno y la vida.
