El Gran Gautama le dio al mundo una Enseñanza completa para construir la vida perfecta. Cada intento de endiosarlo conduce a lo absurdo.
Antes de Gautama hubo toda una sucesión de aquellos que enfatizaron sobre el bien común, pero sus enseñanzas se convirtieron en polvo con el pasar de los milenios. Por lo tanto, la Enseñanza de Gautama debe ser aceptada como la primera que acerca de las leyes de la materia y la evolución del mundo.
La comprensión contemporánea de la comunidad nos permite crear un puente maravilloso desde Gautama Buddha hasta el presente. Esto es un hecho inmutable, ni para exaltar o minimizar.
Las leyes de la intrepidez, de la renunciación a la propiedad, de la evaluación de la labor, de la dignidad de la personalidad humana más allá de castas o distinciones mundanas, la ley del conocimiento verdadero y del amor basado en el auto-conocimiento hacen las alianzas de los Maestros un continuo arcoíris del gozo de la humanidad.
Construyamos los “Fundamentos del Budismo” en sus alianzas manifestadas. La Enseñanza simple, igual en belleza al Cosmos despejará cualquier sugerencia de idolatría, indigno de los grandes Maestros de la humanidad.
El conocimiento fue el sendero conducente hacia todos los grandes Maestros. El conocimiento permitirá un acercamiento vital y libre hacia la gran Enseñanza, tan vitalmente real como la gran Materia misma.
Hablaremos brevemente acerca de aquellos fundamentos que no pueden ser negados y dejaremos las complejidades para el futuro.
¡Gozo a la humanidad! ¡Gozo a todos los que laboran!
