Manuel Carpio (1791-1860), además de ser médico, se interesó por la anatomía, la higiene, la salud pública, la geología, la astronomía, y por supuesto, la política, fue miembro del partido conservador de México, diputado del estado de México y poeta. En este ensayo hace una crítica a las escuelas de agricultura, así como propuestas para su mejora.