Coincidiendo con la celebración de la Cumbre Mundial de los Océanos en Brest (Francia), varias organizaciones ambientales han entregado 507.000 firmas de la ciudadanía europea para demandar medidas eficaces que acaben con la muerte innecesaria de delfines atrapados en redes de pesca de la industria. En una convocatoria pública, también se ha creado un puzle dirigido a dirigentes políticos como forma metafórica de reclamar océanos sanos y prósperos para unos delfines amenazados. Ecologistas en Acción se ha sumado a esta acción europea que exige una acción urgente y efectiva en el golfo de Bizkaia.
Medio millón de firmas para parar la muerte de delfines en las redes de pesca
Varias
organizaciones ambientales europeas, entre ellas Ecologistas en Acción,
han entregado medio millón de firmas acompañadas de un puzle a Patrick
Child, Director General Adjunto de la Dirección General de Medio
Ambiente de la Comisión Europea (CE), a Eric Banel, Director de Pesca y
Acuicultura francés y a Hugo Morán, Secretario de Estado español de
Medio Ambiente. Las firmas forman parte de una petición
que demanda acción urgente para evitar que los delfines mueran
atrapados en las redes de pesca del golfo de Bizkaia. Por su parte, el
rompecabezas simboliza la necesidad de cooperar para alcanzar los
océanos que queremos con poblaciones de delfines saludables.
Según
relatan Ecologistas en Acción, Seas at Risk, Blue Planet Society,
France Nature Environnement, Whale and Dolphin Conservation, ClientEarth
y change.org, los gobiernos de Francia y
España incumplen de manera sistemática sus obligaciones legales por lo
que la Comisión Europea inició en 2020 un procedimiento de infracción
contra ambos países. Dos años después, ambos Estados siguen negándose a
cerrar temporalmente las pesquerías responsables del aumento de las
capturas incidentales del emblemático delfín común, que además, es una
especie protegida bajo la legislación europea.
La
falta de acción de ambos gobiernos se escuda en el argumento de
proteger los intereses socioeconómicos de sus pescadores. Para las
organizaciones ecologistas, esta falta de acción continúa a pesar de la
presión sostenida de los colectivos ecologistas y del asesoramiento
científico independiente que evidencia la necesidad de hacerlo.
También
la presión ciudadana ha aumentado, como muestra la entrega de cientos
de miles de firmas que exigen a ministras y ministros franceses y
españoles, así como a la Comisión Europea, que tomen medidas urgentes
para frenar estas muertes innecesarias.
Ecologistas
en Acción y el resto de organizaciones ambientales han pedido al
Secretario de Estado que le entregue uno de los puzles al Ministro de
Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ya que desde su
Ministerio no han acudido al evento y su actuación es también una pieza
clave para poner fin a esta masacre.
Las
capturas incidentales no son solo un problema en el golfo de Bizkaia,
sino en todas las cuencas marítimas de la UE. Por eso, las
organizaciones ecologistas reclaman a los ministros responsables y al
Comisario que redoblen sus esfuerzos para proteger las especies
sensibles si quieren cumplir con el Reglamento de Medidas Técnicas.
Dicho reglamento establece que los Estados miembro deben adoptar medidas
para garantizar que estas especies estén debidamente protegidas. A este
respecto, la Comisión Europea ya ha iniciado el primer paso de un
procedimiento de infracción por incumplimiento de la legislación
medioambiental europea.
Cecilia
del Castillo, Ecologistas en Acción. “El Gobierno de España acaba de
aprobar su Plan nacional de pesca incidental sin haber abierto ningún
proceso participativo para contar con la visión de las organizaciones
ambientales y la ciudadanía en el proceso. El plan era muy necesario,
pero carece de ambición y la adopción de medidas para acabar con la
pesca incidental puede retrasarse años. No basta con que nuestro
Gobierno asista a cumbres o firme compromisos que no va a cumplir
excusándose en argumentos económicos y cortoplacistas. Necesitamos
acción urgente para frenar la pérdida de biodiversidad en este contexto
de emergencia climática que vivimos”.