• Con la convocatoria de huelga, CCOO y UGT han tumbado el acuerdo de Serrano con un 24% de la representación sindical para desmantelar las 2.000 unidades de distribución de todo el país. • La empresa se ve forzada a paralizar y revertir el nuevo modelo de cartería impuesto, que precarizaba las condiciones de trabajo de los casi 30 mil trabajadores/as. • El presidente Serrano, que presenta los peores resultados de la historia de Correos con 500 millones de pérdidas en tres años, en un clamoroso fracaso del modelo que quiere imponer contra el criterio del 76% de los sindicatos que no respaldan su gestión, da marcha atrás en el proyecto estrella de su Plan de reconversión de Correos, primer reconocimiento del naufragio del proyecto que ha venido encabezando. • CCOO y UGT suspenden los paros de los días 5, 7 y 12 de enero, manteniendo activa la convocatoria de huelga para dar cobertura a nuevos paros en caso de que Correos vuelva a intentar imponer el modelo.
La huelga convocada por CCOO y UGT fuerza al presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, a retirar su plan de desmantelamiento




El pasado 28 de diciembre, el presidente Juan
Manuel Serrano, presionado por la convocatoria de huelga general de CCOO y UGT,
un 70% de la representación de la plantilla, para los días 5, 7 y 12 de enero,
convocó una mesa “alegal” de urgencia en la que se vio obligado a retirar el
plan de desmantelamiento de 2.000 unidades de distribución pactado con CSIF,
Sindicato Libre y CIG (24% de representación en Correos).
Entre las reivindicaciones de CCOO y UGT que
Serrano ha tenido que asumir, estaban las principales exigidas por el comité de
huelga: paralización del desmantelamiento de las 1.800 unidades de distribución
previstas antes del 15 de enero y reversión de la medida en las 200 en las que
ya se había implantado.
CCOO y UGT consideran que la retirada del plan de
desguace de las unidades de distribución de todo el país certifica el éxito
rotundo de la convocatoria de huelga y lo absurdo de una medida cuya
paralización muestra a las claras lo innecesario de su aplicación. Para ambos
sindicatos la medida formaba parte del catálogo de ocurrencias caóticas de Serrano
que ha llevado a Correos a los niveles de pérdidas más altos de su historia,
con 500 millones de euros en 3 años, y a tener que solicitar 1.000 millones de
euros en préstamos para tapar el agujero provocado por su gestión.
Igualmente, CCOO y UGT consideran que la retirada
de la medida estrella del Plan Estratégico de Desguace de Serrano, el
desmantelamiento de las unidades de distribución, es un síntoma claro de
agotamiento de un ciclo de gestión que toca a su fin y que, en este periodo
final de legislatura, parece que está dando los últimos coletazos.
No obstante, CCOO y UGT, que desconfían de un
presidente que ha roto el marco de las relaciones laborales de Correos y que ha
utilizado la compañía pública con fines personales muy alejados de los
planteamientos progresistas que se le debe presuponer a un miembro del PSOE,
partido mayoritario en la Coalición de Gobierno, han considerado oportuno no
desconvocar la huelga general sino solo suspender los paros de los días 5, 7 y
12 de enero, manteniendo la huelga general activa para dar cobertura a futuros paros
ante un nuevo intento de imponer el desmantelamiento que en esta ocasión ha
fracasado.
CCOO y UGT insisten en la retirada de un Plan
Estratégico claramente fracasado y en la necesidad de abrir una discusión
rigurosa y seria sobre el Modelo Postal público que necesita nuestro país y, en
ese marco, definir el papel que ha de jugar Correos como prestador de servicio
público y empresa competitiva, eficaz y eficiente, así como las condiciones
laborales y salariales acordes al servicio público de calidad que merece la
ciudadanía.