El debate sobre el fondo económico para afrontar las pérdidas y daños causados por el cambio climático será clave para el éxito o fracaso de la COP26. Los países y regiones empobrecidas y más vulnerables son las menos responsables del cambio climático pero ya enfrentan la mayoría de sus impactos negativos en forma de eventos climáticos extremos. Ecologistas en Acción insta al Gobierno español y a la ministra Teresa Ribera a que adopte una postura firme dentro de la UE para que se defienda la aprobación del fondo para las pérdidas y los daños.
Ecologistas en Acción: La Cumbre del Clima podría quedarse sin respuesta para las situaciones catastróficas provocadas por el cambio climático
Según
afirma la Climate Action Network (CAN), alianza de la que forma parte
Ecologistas en Acción, se estima que el costo económico proyectado de
pérdidas y daños para 2030 estará entre 290 y 580 mil millones de
dólares solamente en los países clasificados como ‘en desarrollo’. Sin
embargo, a pesar de estas previsiones, Escocia es el único país del
mundo que ha hecho público su compromiso de financiar un posible fondo
de pérdidas y daños.
El cambio climático ya está causando
estragos en países de todo el mundo pero de manera desigual según las
regiones. Son los países del Sur global
– los más empobrecidos y vulnerables–
quienes más sufren el impacto de los fenómenos climáticos extremos
(como inundaciones, huracanes, incendios o sequías). Pero a su vez, son
los países que menos responsabilidad tienen en las emisiones de CO2 a
la atmósfera.
En las negociaciones de la Cumbre del Clima países
como los pequeños Estados insulares que podrían desaparecer a
consecuencia del incremento del nivel del mar son quienes necesitan y
exigen la creación de un fondo de pérdidas y daños. Mientras, los países
enriquecidos buscan la forma, o bien de evitar proveer esos fondos, o
lo que sería peor, incluirlos en mecanismos financieros de seguros
privados que apenas garantizan su disponibilidad para cuando sean
necesarios.
Por su parte, la sociedad civil está centrando sus
esfuerzos en visibilizar esta deuda de carbono contraída por los países
del Norte global con los del Sur global así como en reivindicar un
mecanismo de solidaridad para responder de manera colectiva a la
emergencia climática. Por ello, exigen a dirigentes y líderes mundiales
de los países ricos que asuman sus responsabilidades y acuerden la
creación de este fondo económico.
Para Ecologistas en Acción, la
cumbre de Glasgow debe de asumir la máxima contundencia en las
conclusiones de este primer periodo del Mecanismo Internacional de
Varsovia para las Pérdidas y los Daños. También debe iniciar el arranque
del instrumento de la Red de Santiago para poner en marcha medidas que
afronten las catástrofes climáticas, algo que debe pasar por el
establecimiento de un fondo económico suficiente que cubra la
desaparición de numerosos ecosistemas y de las sociedades que dependen
de ellos.
Javier Andaluz, portavoz de la delegación de
Ecologistas en Acción en Glasgow: “Todas las organizaciones de la
sociedad civil hemos exigido que en la decisión final de esta COP26 se
establezcan acciones y procesos concretos para solucionar estas
deficiencias en las respuestas ante las consecuencias de la crisis
climática que nuestro modelo de producción y consumo ha generado. Una
respuesta que será clave para saber si la COP termina con un tímido
avance en la solución de la crisis climática o se convierte en un nuevo
fiasco de estas cumbres climáticas”.
Más allá de las puertas de la COP26: comienza la Cumbre de los Pueblos
De
manera paralela al transcurso de las negociaciones de las Naciones
Unidas, en las calles de Glasgow ya ha dado comienzo la Cumbre de los
Pueblos, también conocida como cumbre social o cumbre alternativa. El
encuentro de miles de activistas, procedentes de todos los rincones del
planeta a pesar de las dificultades, comenzó el domingo 7 de noviembre.
En las asambleas de las redes globales de activistas
– como la Climate Action Network y la articulación Demand Climate Justice–
se repasó el estado de las negociaciones y se definieron los marcos estratégicos para la acción en la calle durante la semana.
La mañana del lunes 8 de noviembre la red Demand Climate Justice organizó un toxic tour,
del que también participó Ecologistas en Acción. Carmen Duce, delegada
de la organización ecologista en Glasgow, relata cómo, en este recorrido
por la ciudad, “se dio a conocer el pasado extractivista, colonial y
esclavista de las empresas con mayor poder en la ciudad y se denunció la
responsabilidad de grandes multinacionales como Iberdrola (Scottish
Power), Enagás o Barclays en el cambio climático. Activistas de
Centroamérica y Papúa compartieron sus testimonios de resistencia frente
a las corporaciones, en defensa de la vida y los territorios. Y también
se recordó a los y las activistas asesinados por sus luchas”.
Tras el toxic tour
en la Cumbre de los Pueblos se desarrolló la asamblea diaria de los
movimientos, en los que miembros de CAN trasladaron lo que por la mañana
se había debatido en la zona azul de la COP26. También en este espació
se mostró la preocupación de las organizaciones civiles por el escaso
avance en la propuesta de pérdidas y daños.
Para terminar la jornada un grupo de activistas bloqueó el acceso al restaurante en el que directivos de grandes corporaciones
– responsables de la crisis climática–
tenían prevista una cena. Durante más de una hora, decenas de personas
clamaron porque las multinacionales asuman su responsabilidad en la
emergencia climática, desinviertan en combustibles fósiles y paguen el
daño causado.