Un año después de las explosiones de Beirut, las necesidades de la infancia siguen siendo graves y un 98% de las familias sigue necesitando ayuda

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Un año después de las devastadoras explosiones en Beirut, una encuesta de UNICEF muestra que las necesidades de las familias y niños afectados siguen siendo graves y han aumentado por el colapso de la economía, la inestabilidad política y la pandemia de COVID-19.

 La evaluación rápida resalta la gravedad del trauma que sufrieron los niños y las necesidades urgentes que las familias han experimentado.

Siete de cada diez hogares necesitaron asistencia básica tras las explosiones del 4 de agosto de 2020, y casi todas esas familias siguen necesitando apoyo. Necesitaban sobre todo ayuda en efectivo y alimentos, y así sigue siendo.

Un tercio de las familias con niños menores de 18 años dijeron que al menos un niño de su hogar seguía mostrando signos de angustia psicológica. En el caso de los adultos, es casi la mitad.

“Un año después de aquellos trágicos hechos, las vidas de los niños se siguen viendo profundamente afectados. Eso es lo que nos cuentan los padres ”, asegura Yukie Mokuo, representante de UNICEF en Líbano. “Las familias han estado luchando por recuperarse de los efectos de las explosiones en el peor escenario posible: en medio de una crisis económica devastadora y de una gran pandemia”.

Las explosiones destrozaron grandes zonas de Beirut y dejaron más de 200 muertos –entre ellos seis niños- y más de 6.500 heridos, incluidos 1.000 niños.

Dado que muchos negocios quedaron destruidos, decenas de millas de trabajadores perdieron sus empleos y tuvieron que luchar para alimentar a sus familias y conseguir la atención sanitaria que sus hijos necesitan. La encuesta de UNICEF muestra que dos de cada tres familias (el 68,6%) no han tenido acceso a atención sanitaria o medicamentos desde las explosiones. Para empeorar las cosas, una de cada cuatro tenía al menos un miembro que dio positivo en COVID-19 desde las explosiones. 

La encuesta se realizó en julio con entrevistas telefónicas a 1.187 hogares, y también muestra que:

·        Casi todas las familias dijeron que sus casas necesitaron reparaciones tras las explosiones, y aproximadamente la mitad de ellas dicen que sigue siendo así.

·        Cuatro de cada diez dijeron que su sistema de suministro de agua se había visto afectado por las explosiones, y más o menos un cuarto de esas familias aseguran que sigue estando así.


“Desde la explosión, Líbano ha ido en caída libre debido a una triple crisis: económica, política y la pandemia de COVID-19. Esto amenaza con dejar a casi cada niño del país en situación de vulnerabilidad y necesidad ”, afirma Ted Chaiban, director regional de UNICEF en Oriente Medio y África del Norte. “Si el cambio, la recuperación y la responsabilidad no llegan ya, podrían no llegar nunca y llevar al país al abismo ya un punto de no retorno”.

UNICEF hace un llamamiento para que se tomen las siguientes acciones:

-       Hacer que los niños de Líbano sean una prioridad y que sus derechos se respeten y se cumplan. Esto incluye que tengan acceso a salud y nutrición y que estén protegidos frente a la violencia, el abuso y la explotación.

-       Que los líderes libaneses superen sus diferencias políticas y se unan para formar un gobierno que dé servicio a las comunidades y al pueblo libanés, que al ponga país en el camino de la recuperación, que traiga justicia a las familias afectadas por la explosión y que exija responsabilidades a los causantes.

-       Mantener la distribución de servicios públicos a corto y largo plazo es esencial para la supervivencia y desarrollo de los niños. Esto incluye la provisión de agua, educación y atención sanitaria para los niños que se benefician directamente y para las comunidades en general. Esto, sin embargo, solo puede ocurrir a través de una buena gobernanza y de sistemas públicos que resistan incluso a los peores golpes y crisis. Si estos sistemas ya existieran, no estaríamos donde estamos, con, por ejemplo, una crisis de agua que hace que el 75% de los hogares del país estén en riesgo de quedarse sin acceso a ella.

-       Crear un sistema nacional de ayudas sociales sostenible que incluya llegar a las familias que lo necesiten con ayuda en efectivo, algo similar al programa “Haddi” que apoya a UNICEF. El sistema podría cubrir las familias vulnerables con niños pequeños, personas con discapacidad y población mayor de 70 años.

-       Una investigación transparente y creíble que determina la causa de la explosión, haga rendir cuentas a los responsables y traiga justicia a las familias afectadas, incluidas las que perdieron a sus seres queridos.