SM la Reina Letizia se reúne con organizaciones de colectivos vulnerables para analizar el impacto de la pandemia en la salud mental

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SM la Reina Letizia se ha reunido esta mañana en el Palacio de la Zarzuela con representantes de varias organizaciones y del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 para hablar de cómo la pandemia de COVID-19 no solo ha comprometido la salud física de los ciudadanos, sino también su salud mental, especialmente entre los colectivos más vulnerables, incluidos los niños y adolescentes.

En el encuentro han participado representantes de UNICEF España, el Comité Español de Personas con Discapacidad (CERMI), Cruz Roja, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) y de la Confederación Salud Mental España. Cada una de estas organizaciones ha dado a conocer cómo ha afectado la pandemia a la salud mental en su ámbito concreto de actuación, qué perspectivas de futuro se presentan y cuáles son sus propuestas para apoyar en los próximos meses a quienes más lo necesitan.

Muchos niños, niñas y adolescentes en España han estado y siguen estando expuestos a situaciones estresantes, traumáticas y dolorosas derivadas del confinamiento y de la COVID-19: trastorno de su rutina, imposibilidad de esparcimiento al aire libre en compañía de amigos, distanciamiento físico de sus seres queridos, pérdida de familiares a causa de la enfermedad, desempleo y dificultades económicas en la familia, exposición excesiva a noticias preocupantes y pantallas y mayor exposición a violencia y abusos en el ámbito doméstico, entre otras. Situaciones, todas ellas, que pueden derivar en ansiedad, agresividad, miedos, fobias o depresión.

Por ello, durante la reunión con SM la Reina, UNICEF España ha recordado que el derecho a la salud mental es una parte esencial del derecho humano a la salud, reconocido por la Convención sobre los Derechos del Niño. En este sentido, María Ángeles Espinosa, miembro del patronato de UNICEF España, ha recordado que “la salud mental es un derecho que debemos garantizar siempre y en todo momento a nuestros niños y niñas. El impacto de la COVID-19 ha puesto en evidencia la necesidad de que la salud mental sea una prioridad ineludible en la respuesta a la pandemia y la reconstrucción de nuestra sociedad. Por eso, es esencial que avancemos en el proceso de adopción de la Estrategia Nacional de Salud Mental, garantizando una atención especial a las necesidades y derechos específicos de los niños y adolescentes”.

UNICEF también ha recordado que el impacto en la salud mental de los niños y jóvenes puede ser particularmente grave en aquellos colectivos más vulnerables, que no tienen las necesidades básicas cubiertas, carecen de un entorno familiar y educativo protector, cuando son víctimas de violencia o abusos, y cuando arrastran otro tipo de traumas o desarraigo, como es el caso de muchos niños migrantes y refugiados.