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Parecería que es una noticia de una página del El Mundo Today, pero no lo es. Ocurrió esta semana en el Congreso. Pablo Casado, secretario general del PP, perdedor de las cinco elecciones que hubo en 2019, dos de ellas en las que él era cabeza de cartel, incrimina al presidente del gobierno de España, vencedor de las esas mismas elecciones con un; “¿Pero usted quién se cree que es?”.

 La interpelación del señor Casado causa asombro ya primera vista puede hacernos pensar: ¿tan lejos de la realidad vive el bueno de Casado que no sabe quién es el presidente de España?

 Pero no hay que ser excesivamente duros con el señor Casado. Los nervios en tribuna algunas veces juegan malas pasadas, incluso a oradores parlamentarios reputados como él.   Tenemos que comprender su nerviosismo, pues esta semana el presidente Pedro Sánchez presentaba el proyecto a los Fondos de Recuperación y Resiliencia que en los próximos años transformarán el país. Fondos en los que el PP ha tenido un gran papel, o papelón, orquestando una campaña de boicot para entorpecer su   llegada.

 Conociendo este dato me imagino a los asesores del Señor Casado; "Pablo, siempre es mejor un" ¿usted quién se cree que es? " a reconocer: Hola, soy el líder de la oposición y   fui yo quien estuvo en   Bruselas boicoteando a mi país".

 Lo grave de ese "¿usted quién se cree que es?" proferido a un presidente democrático, es que en él resuena el “usted no sabe con quién está hablando”. Una expresión que tuvieron que escuchar muchos españoles durante el franquismo y caciquismo por parte de cargazos, cargos y carguillos del régimen que querían demostrar su poder, saltarse las leyes o   ejercer la arbitrariedad,   en función del caso.

 Una actitud que hunde sus raíces en la asunción del poder como algo exclusivo e irrenunciable, casi hereditario y que contrasta con la idea del poder en democracia; siempre sujeto a controles, siempre temporal, siempre vinculado al escrutinio público que dan los votos.

 El subconsciente soberbio de Casado y de parte de la derecha   quedó retratado en esa pregunta sin sentido al presidente Pedro Sánchez. Siguen pensando en el poder como algo propio, por eso su estrategia desde la oposición no es trabajar para construir una España más fuerte, sino utilizar cualquier motivo para derribar al Gobierno. Y para ello todo vale, boicotear los intereses de España en Europa, politizar la lucha común frente al COVID o negar la legitimidad a un presidente democrático.

Sí señor Casado.  Ese que usted no sabe quién es, es el presidente del gobierno de España. Ni más, ni menos. Un presidente del Gobierno legítimo y respaldado por las urnas.   Ya sabe, a veces las verdades duelen.

 Miguel González Caballero. Diputado nacional del PSOE