Finalizadas las obras de implantación del Plan de Emergencia de la presa del Gévalo con una inversión cercana al medio millón de euros

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El director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, ha remarcado la importancia de esta obra cuya agua abastece al sistema del Gévalo, gestionado por el Gobierno regional y del que se benefician cinco municipios de la provincia de Toledo.

 La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, a través de la Agencia del Agua, ha finalizado las obras de implantación del Plan de Emergencia de la presa del Gévalo en la provincia de Toledo, con una inversión cercana al medio millón de euros.

Esta presa de gravedad, ubicada en el término municipal de Alcaudete de la Jara (Toledo), que tiene 28 metros de altura sobre el río Gévalo, puede embalsar hasta 3,5 millones de metros cúbicos (3,5 hectómetros cúbicos). Entre otros usos, esta agua abastece al sistema de abastecimiento del Gévalo, sistema gestionado por el Gobierno regional, del que se benefician cinco municipios del oeste de la provincia de Toledo: Alcaudete de la Jara, Belvís de la Jara, Las Herencias, Aldeanueva de Barbarroya y La Fresneda (pedanía de Torrecilla de la Jara).

Según el director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, se trata de una obra “muy importante para este sistema de abastecimiento” y que ha supuesto una inversión de más de 426.000 euros.

Esta inversión ha permitido, entre otras cosas, ha explicado Martín Aparicio, la mejora de los accesos a la presa y de la sala de emergencias; la instalación de equipos autónomos de generación de energía eléctrica; la implantación de sistemas de comunicación y telecontrol entre la sala de emergencias, las oficinas de la Agencia del Agua y los organismos involucrados en la gestión de la emergencia; la instalación de sirenas y sistemas de aviso a la población afectada; y la mejora de la instrumentación y de los equipos de control de la presa.

Más agua

Como consecuencia de las últimas precipitaciones, fundamentalmente tras la nieve que trajo la borrasca Filomena a principios de enero y tras el deshielo, las aportaciones al embalse han aumentado de forma significativa durante estas últimas semanas.

El día de la recepción de las obras, el pasado 11 de febrero, ha descrito el director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, el embalse “estaba lleno y aliviando agua”. El caudal que se vertía por el aliviadero era de 3,4 metros cúbicos por segundo. En conjunto, la suma de caudal vertido al río (desaguado y aliviado) era de 7,5 metros cúbicos por segundo.