Los retos de Castilla-La Mancha en la nueva PAC

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El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha resaltado que desde la región se trabaja “muy duro” desde 2018 para que en la negociación de los reglamentos de la futura PAC se responda a los intereses de Castilla-La Mancha.

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha destacado esta mañana las tres prioridades que tiene sobre la mesa Castilla-La Mancha para la nueva PAC que se negocia en estos momentos, y que pasan por conseguir un eco-esquema para la agricultura y ganadería ecológicas, una ayuda para el olivar de bajo rendimiento y la discriminación positiva para las mujeres.

El consejero ha participado en esta mañana en el Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios, celebrado por videoconferencia y convocada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; un encuentro en el que Castilla-La Mancha ha trasladado su postura de cara a la negociación de los reglamentos de la nueva PAC, en los que desde 2018 se ha trabajado de forma “muy dura” desde la comunidad para que “respondan a nuestros intereses ”. Algo que paulatinamente se está consiguiendo y que “garantizará el futuro de la agricultura profesional y la rentabilidad de las explotaciones de agricultores y ganaderos”.

Acompañado por la dirección general de Agricultura y Ganaderia, Cruz Ponce, Francisco Martínez Arroyo ha desgranado uno a uno los tres retos regionales. Así, desde el Gobierno regional se defiende la existencia de un eco-esquema para la agricultura y ganadería ecológicas. En este punto, ha recordado que en el listado de posibles eco-esquemas de la Comisión Europea se incluye en primer término esta cuestión. Así, ha dicho, "nos sentimos muy representados e interesados ​​en que finalmente sea un eco-esquema", algo que se ha trasladado ya al Ministerio y donde hay "muchas expectativas".

Apoyo también al olivar de bajo rendimiento, “el más importante en Castilla-La Mancha, que requiere de una ayuda especial porque, según ha explicado,“ necesita de apoyo adicional para ser rentable en el futuro ”. En este sentido, se estima que en la nueva PAC se pueden dirigir fondos a este modelo productivo.

En tercer lugar, Castilla-La Mancha apuesta por dar prioridad a la discriminación positiva para que los jóvenes que quieran incorporarse a la agricultura o la ganadería cuenten con un 5% más de ayudas. Un punto, éste, que se quiere impulsar desde el primer pilar de la PAC y donde Castilla-La Mancha quiere ser “contundente”.  

El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha indicado que la región está “en condiciones de alcanzar estos tres objetivos”, una vez logradas y otras cuestiones incluidas en el documento de negociación del propio ministerio.

La PAC es una política muy importante para Castilla-La Mancha que queda también reflejada desde la perspectiva del nivel de recursos. Así, desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 se destinaron, a agricultores y ganaderos y desarrollo de los pueblos, un total de 1.037 millones de euros. De este total, 846 millones fueron dentro del primer pilar de la PAC para agricultores, ganaderos e industria agroalimentaria como ayudas directas, y el resto, 230 millones de euros, aproximadamente, se inyectaron en políticas de desarrollo rural.