Muchos pacientes reumatológicos presentan dificultades para desplazarse al centro hospitalario, lo que propició la apuesta por un modelo de teleconsulta reumatológica (TCR) que ha demostrado un alto grado de satisfacción para médico y paciente y una gran validez ante la presente crisis sanitaria.
Reumatólogos del Hospital de Guadalajara publican un estudio que demuestra la validez de la teleconsulta en su actividad y su idoneidad en la presente crisis sanitaria
Reumatólogos del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), han publicado un estudio que demuestra que es posible transferir su actividad asistencial hacia la teleconsulta con un grado importante de satisfacción para paciente y médico.
Los autores del mismo son el jefe de la sección de Reumatología, Jesús Tornero Molina, y los especialistas Manuel Fernández Prada, María Luisa Bris Ochaíta, Alberto Sifuentes Giraldo y Javier Vidal Fuentes, junto a Fernando Sánchez Alonso por parte de la Sociedad Española de Reumatología (SER). En concreto, tiene como objetivo describir los resultados obtenidos con la teleconsulta y definir el perfil de paciente más idóneo para aplicarla. Dicho trabajo ha sido publicado en la revista 'Reumatología Clínica' de la SER y el Colegio Mexicano de Reumatología.
Durante la pandemia, la necesidad de prevenir contagios ha obligado a potenciar las consultas virtuales. El estudio pretende describir los resultados de transferir la actividad presencial al formato de teleconsulta reumatológica (TCR).
Según ha indicado el doctor Tornero, la hipótesis era “mantener la atención y cuidado de los pacientes en una situación de crisis sanitaria e implantar por ello un procedimiento de teleconsulta que garantizase la calidad asistencial, identificando un perfil de paciente especialmente apto para este sistema de atención médica ”.
Para
el estudio se obtuvieron datos de 469 teleconsultas atendidas en el
periodo comprendido entre el 16 de marzo y el 10 de mayo del presente
año. En éstas se recogió
información sobre el tiempo de seguimiento, las revisiones anuales, la
duración de la teleconsulta y otra información clínica y terapéutica del
paciente, entre otros.
Las
teleconsultas fueron de carácter sucesivo, esto es, la primera visita
era presencial y la teleconsulta tenía como finalidad la entrega de
resultados o bien revisiones,
y se evaluó el grado de satisfacción del paciente y el profesional
médico con el formato, además de preguntar al paciente sobre la utilidad
de la teleconsulta respecto a la consulta habitual y si repetiría este
formato de atención no presencial.
La
mayoría de los pacientes atendidos estaban diagnosticados de artrosis o
reumatismos, osteoporosis o artritis reumatoide. De las teleconsultas
incluidas en el estudio,
el 70 por ciento correspondían a mujeres y la edad media de los
pacientes fue de 60,83 años. Se evaluó también la distancia media que
debían recorrer para acudir a consulta presencial, que se situó en 33
kilómetros, invirtiendo algo más de dos horas de media
para acudir y precisando el acompañamiento de un cuidador casi en el 20
por ciento de los casos.
Los
niveles medios de satisfacción con la TCR fueron muy altos, tanto para
el paciente (una puntuación de 8,62 sobre 10) como para el profesional
médico (8,84). Más
del 80 por ciento de los pacientes atendidos repetirían la TCR y el
79,3 por ciento las consideran de utilidad.
Por
otra parte, se analizó la asociación entre el grado de satisfacción del
paciente y el médico con variables sociodemográficas y geofuncionales.
Se observa mayor
satisfacción con la teleconsulta, tanto por parte del paciente como del
médico, cuando el nivel de estudios es más alto y el paciente tiene
mejor manejo de Internet y las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC). Respecto a los profesionales,
se mostraron más satisfechos cuando se trataba de visitas sucesivas
para la entrega de resultados analíticos o de pruebas complementarias o
bien ajustes en la medicación o terapias.
Las
enfermedades reumáticas se cuentan entre las causas más comunes de
consulta. Sin embargo, para este tipo de pacientes no siempre es fácil
acceder a cuidados médicos
debido a sus problemas de movilidad por la discapacidad que aparece en
muchos de ellos y la dificultad para el acceso presencial a
especialistas, especialmente si el paciente reside en el medio rural, lo
que podía retrasar el diagnóstico y tratamiento causando
un daño articular irreversible.
El
desarrollo de la telemedicina en Reumatología permitiría reducir las
consultas presenciales sin menoscabar la calidad asistencial. Los
métodos de telemedicina, fundamentalmente
la consulta telefónica y los sistemas de videoconsulta, han
experimentado un notable crecimiento y validez gracias a las mejoras
tecnológicas y a una mayor velocidad de transmisión de datos.
“La
pandemia ha impulsado la telemedicina como una alternativa de
gran utilidad para atender a nuestros pacientes en determinadas
condiciones y facilitar su acceso al sistema sanitario favoreciendo a la
vez la seguridad del paciente y del resto de la población”, concluye el
estudio.
Apuesta por la telesalud
La
telemedicina tiene como fin mejorar la calidad de la atención al
paciente en el contexto de normalización asistencial y el plan de
respuesta frente al coronavirus.
Ofrece múltiples beneficios y mejora la accesibilidad y la continuidad
asistencial y ahorra desplazamientos.
Por este motivo, en el SESCAM ya existían experiencias de telesalud en campos como la dermatología o el diagnóstico por imagen con actividades que facilitan la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación a través de las TIC.
La pandemia ha llevado a emplear la consulta telefónica como alternativa de contacto con pacientes y familias para minimizar la afluencia a los centros sanitarios. El uso de TIC ofrece beneficios no sólo en la situación actual sanitaria sino como alternativa que ofrecer de manera sistematizada y que aporta valor. Por todo ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha está llevando a cabo inversiones en tecnologías para la transformación digital en el sector de la salud para la mejora de la práctica clínica y la participación del paciente en el propio proceso asistencial.