Castilla-La Mancha acumula 82 de los más de 1.000 brotes activos de Covid-19 que se cuentan a día de hoy en el país y que no solo han llevado ya a una localidad castellanomanchega, Villamalea (Albacete), a retroceder hasta el confinamiento, sino que permiten hablar de una segunda oleada que ha obligado al Ministerio de Sanidad a establecer, junto a las comunidades autónomas, nuevas medidas para la contención del virus que, en el caso de la región, entrarán en vigor este fin de semana.
CSIF pide el refuerzo del personal y los protocolos ante los 82 rebrotes activos de Covid-19 de Castilla-La Mancha
Ante
esta situación, y con vistas a su empeoramiento durante el otoño, la Central Sindical Independiente y de
Funcionarios (CSIF) insiste al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam)
en la necesidad de no escatimar en recursos humanos ni materiales de cara a
octubre y exige que haga públicas las medidas de planificación frente a los
rebrotes, el recuento de los bienes disponibles y el refuerzo de personal en
todos los ámbitos y especialmente en Atención Primaria, uno de los sectores más
damnificados en cuanto a la falta de efectivos pese a cobrar cada vez más
protagonismo como la principal vía de entrada de los nuevos casos de
coronavirus.
En este
sentido, el sindicato resalta que los centros salud se han convertido en los
puntos de mayor presión asistencial, ya que los últimos contagios se asocian a
personas de menor edad que no suelen requerir hospitalización, lo que lleva a
estos espacios a ejercer una labor fundamental en cuanto al diagnóstico precoz,
seguimiento, rastreo y gestión de PCR.
Asimismo,
CSIF destaca también en la importancia de aliviar con nuevas contrataciones la
presión de los servicios de atención telefónica, cuyos servicios se encuentran
colapsados por la enorme cantidad de llamadas que se producen a diario y que
pueden llevar a los ciudadanos a asumir tiempos de espera de horas y horas de
duración hasta recibir la atención médica requerida.
Junto a esto,
el sindicato alerta del aumento del número de agresiones en estos puntos de la
sanidad presencial, con amenazas físicas que muestran la vulnerabilidad que
padecen los profesionales. CSIF apela al civismo y a la concienciación de la
sociedad para no cometer estos actos, que debe retomar el espíritu de respeto y
reconocimiento ejemplificado meses atrás con los aplausos a toda la familia
sanitaria.
Y del mismo
modo que la Covid-19 no ha dado tregua durante el verano, la Central Sindical
expone que el periodo estival tampoco debe usarse como excusa para relajar los
protocolos específicos en los hospitales de Castilla-La Mancha, tal y como
denunció que ocurrió en julio el Hospital General Universitario de Ciudad Real
cuando la gerencia del mismo decidió eliminar el área especial de Urgencias,
reducir el número de camas disponibles y permitir el ingreso de personas con
otras patologías en el ala 3-D, destinado en exclusiva para enfermos de
coronavirus.
Por tanto,
con el fin de estar prevenidos y evitar una situación similar a la del inicio
de la pandemia, CSIF requiere que se garanticen la cobertura del personal que
se encuentra de vacaciones en los centros hospitalarios de la región, que se
realicen las contrataciones que sean necesarias para asegurar la capacidad de
respuesta de los mismos y que se recuperen y mantengan los circuitos planteados
para la Covid-19.
Mientras
perdure la crisis sanitaria, y hasta que el Ministerio de Salud no determine el
final de la misma, el sindicato insiste en que no existen motivos para relajar
los protocolos sanitarios.