Según las últimas informaciones, hay al menos 100 personas muertas, 4.000 heridos y más de 300.000 personas sin hogar. En UNICEF estamos especialmente preocupados porque haya niños entre las víctimas y somos conscientes de que quienes sobrevivieron están traumatizados y en estado de shock.
“En UNICEF estamos profundamente tristes por las pérdidas humanas provocadas por las terribles explosiones en Líbano
Nuestros
pensamientos están con las familias y los niños que han sufrido esta tragedia,
especialmente aquellos que han perdido seres queridos. Deseamos una pronta
recuperación a las personas heridas.
El equipo de
UNICEF en Beirut no se ha librado del impacto. Uno de nuestros compañeros ha
perdido a su esposa, siete miembros del equipo han sufrido heridas leves y los
hogares de docenas de compañeros han sufrido daños. La mayoría del equipo, como
la mayoría de las personas en Líbano, está en estado de shock.
UNICEF está
trabajando de manera coordinada con las autoridades y aliados en el terreno para
responder a las necesidades con trabajadores sanitarios y otros profesionales
en primera línea. Hemos suministrado agua potable a los empleados del puerto en
Beirut y estamos apoyando al Ministerio de Salud Pública para recuperar lo que
queda de los medicamentos y vacunas en un almacén en el puerto. Los aliados en
protección de la infancia están dando apoyo psicosocial a los niños en toda la
ciudad. En los próximos días incrementaremos nuestros esfuerzos para llegar a
las familias que más lo necesitan con suministros y servicios.
La catástrofe de ayer en
Beirut se suma a una situación terrible de crisis para las personas en Líbano por
el colapso de la economía y el brote de COVID-19. La pandemia ya estaba
poniendo mucha presión sobre los servicios sanitarios en hospitales, y los
trabajadores sanitarios están exhaustos.
UNICEF
reitera su compromiso con la gente de Líbano, las autoridades y todos los
aliados en el terreno. Estamos allí y haremos todo lo posible para proporcionar
ayuda vital hoy y en adelante”.