Dos efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) Nº 2 de la Guardia Civil, con base en Sevilla, han salvado la vida de un niño de 3 años que su tía había encontrado inconsciente en el interior de la piscina de un complejo hotelero de Villarrobledo.
La averia del autobús donde viajaban dos guardias civiles salva la vida de un niño de tres años
Actuaciones
Los dos agentes, que se encontraban en la terraza del establecimiento público, escucharon los gritos de auxilio de una mujer que había sacado de la piscina a un niño de corta edad con síntomas evidentes de ahogamiento, encontrándose inconsciente y con una coloración morada al no poder respirar.
Los guardias
civiles, tras comprobar que el pequeño no respiraba y que carecía de pulso
comenzaron a realizar con celeridad y de forma coordinada las maniobras de
reanimación cardiopulmonar (RCP), que rápidamente provocaron que el niño
comenzará a expulsar la gran cantidad de agua que había ingerido, recuperando
seguidamente la consciencia.
Tras el rescate,
el pequeño fue trasladado hasta un centro médico de Villarrobledo donde se le
realizó una exploración para descartar cualquier complicación derivada de la
ingestión del agua de la piscina, encontrándose a día de hoy totalmente
recuperado.
Una parada
obligatoria en Villarrobledo que los guardias civiles nunca olvidarán
Tal vez, la
causalidad de que los agentes tuvieran que alojarse en el hotel debido a una
avería en el autobús oficial con el que realizaban viaje hasta Sevilla hiciera
que la vida del pequeño estuviera en las manos de estos beneméritos
socorristas.
Tras el final
feliz, la madre del pequeño expreso su gratitud a los guardias civiles,
manifestando que la avería del autobús había llevado a los “ángeles de la
guarda” hasta Villarrobledo para salvar la vida de su hijo, a los que quedaría
eternamente agradecida.
Prevención de
ahogamientos de menores
La Guardia Civil
recuerda que durante los meses de verano se incrementa el número de muertes de
personas por ahogamiento, encontrándose detrás de ellas, los descuidos o las
imprudencias, entre otras.
Muchas de esas
víctimas son menores de edad, por lo que hay que prestar especial atención
sobre ellos recordando algunos consejos para evitar cualquier accidente en el
medio acuático.
·
Realizar una vigilancia continua y cercana sobre los
más pequeños, ya que un despiste puede tener fatales consecuencias.
·
Memorizar la norma 10” - 20”, en la que el adulto
debe mirar al niño cada 10 segundos y
permanecer a una distancia que le
permita llegar a él en menos de 20 segundos.
·
Incorporar dispositivos de seguridad que impidan que
el niño llegue al agua en un descuido como cercados perimetrales o vallados,
que no puedan saltar o colarse por debajo de ellos.
·
Enséñales a nadar desde edades tempranas es uno de
los mecanismos más seguros para evitar ahogamientos.
·
Los flotadores, boyas, tablas y otros elementos
flotantes únicamente son una ayuda pero nunca pueden reemplazar la seguridad
que ofrece la vigilancia permanente de un adulto.