La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha puesto en marcha la consulta pública para la venta de proximidad de los productos agroalimentarios. Esta consulta responde a la demanda creciente por parte de los consumidores de productos locales y de temporada, con una menor huella de carbono, así como a una demanda concreta de agricultores, ganaderos, y mujeres rurales tal y como ha explicado la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos desde hace años.
AGRICULTORES, GANADEROS Y CONSUMIDORES CADA VEZ MÁS CERCA DE LA VENTA DIRECTA EN LA REGIÓN
En concreto, muchas mujeres rurales con proyectos
emprendedores, así como el sector agroalimentario, quienes desarrollan su tarea
en el entorno rural, necesitan de un marco legal al que acogerse, para así
tener una herramienta de aplicación de la normativa higiénico-sanitaria.
Desde la organización agraria UPA han manifestado en
numerosas ocasiones la oportunidad que supone para el entorno rural, para
muchos pequeños agricultores y para muchísimas emprendedoras disponer de una
normativa que permita la venta directa. Son muchas las zonas rurales de
Castilla-La Mancha que sufren desventajas por la fragmentación. Los operadores
son a menudo más pequeños que en las zonas urbanas, la comunicación es a menudo
más difícil, y las economías de escala, son más difíciles de lograr en las actividades
destinadas a ofrecer no sólo ventajas económicas, sino también ambientales y
sociales.
En este sentido, una regulación orientada a beneficiar tanto
del sector productor- transformador como a los consumidores, quienes podrían
adquirir productos de las mismas explotaciones agrarias, sería del todo
beneficiosa. Por otra parte, establecer los requisitos necesarios para gozar de
la condición de empresa productora-transformadora que realice venta directa
permitiendo a las pequeñas y medianas explotaciones de Castilla-La Mancha
desarrollar una nueva actividad ligada a la principal y complementaria de ésta,
es una interesante noticia, positiva para el crecimiento del mundo rural.
Desde UPA Castilla-La Mancha, y desde la Federación de
Asociaciones de Mujeres Rurales, FADEMUR de Castilla-La Mancha, sostienen que
esta normativa podría suponer un impulso económico empresarial al mundo rural,
una nueva alternativa, opciones de negocio, consolidación de empleo, entre
otras muchas ventajas sociales y económicas.
Los consumidores, cada vez más exigentes con los productos
que adquieren, se interesan por el origen y calidad de los productos, de ahí
que esta medida sea, asimismo, beneficiosa para que dispongan de alternativas
que, en otras circunstancias, difícilmente podrían adquirir debido a los
canales habituales de comercialización. Finalmente, la demanda de UPA se centra en la mejora de la
viabilidad y resultados económicos de las explotaciones agrarias de Castilla-La
Mancha, orientada a mejorar la renta en el mundo agrario y potenciar el valor
añadido que generan estas formas de venta directa, diversificando las fuentes
de ingresos de las explotaciones agrarias y ganaderas manteniendo sistemas más
ligados a los recursos locales.