Imaginad que nos despertamos antes de tiempo debido al frío porque todavía no se ha inventado la calefacción central. Llegamos a una cocina sin lavaplatos, porque aún no existe, y nos colocamos las gafas que anoche dejamos sobre la mesa. La luz nos deslumbra porque el cristal antirreflejante es todavía una vaga idea en una mente inquieta y, por supuesto, no nos hemos planteado operarnos porque las intervenciones con láser para corregir la vista son todavía un sueño.
Ley de Ciencia. Por una Ciencia sin género
También sigue siendo un sueño la nevera o el envasado al
vacío, por lo que las opciones para el desayuno son mucho menos variadas que
hoy en día. Además, el teléfono móvil no puede conectarse a la wifi (la wifi,
sencillamente, no existe), como tampoco existen los limpiaparabrisas o los libros
electrónicos, por poner solo algunos ejemplos.
Si algunas mujeres, a pesar de los obstáculos que se
encontraron, no hubieran dedicado su vida a la ciencia y a la tecnología,
nuestros días serían mucho más complejos. Por ejemplo, ningún profesional médico
nos podría inocular antibiótico o extraer sangre porque nadie tendría una
jeringuilla. Tampoco, en el peor de los casos, podrían administrarnos
radioterapia y muchos de los aparatos que podríamos necesitar para pruebas
biotecnológicas estarían ausentes de los hospitales. No conoceríamos todavía la
estructura nuclear atómica ni la del ADN, ni el teorema de Noether (tan
necesario para llegar a la Teoría de la Relatividad). No podríamos hablar de un
púlsar porque ningún púlsar habría sido descubierto. Y así, cientos de
descubrimientos, a pesar de lo difícil que lo ha tenido la mujer en el mundo
científico.
Imaginad que un día 11 de febrero, ‘Día Internacional de la
Mujer y la Niña en la Ciencia’, se lleva al Consejo de Gobierno el proyecto de
Ley de Ciencia, en cuyo artículo 8 se prevé que la igualdad de oportunidades
entre mujeres y hombres sea “un tema transversal presente en todos los
documentos estratégicos y de gestión sobre la materia”. Imaginad también que el
aumento de proyectos de investigación financiados por el Gobierno de
Castilla-La Mancha liderados por mujeres hubiera ascendido de un 24 % en 2014 a
un 37 % en 2018 y que, gracias a esta ley, se pudiera seguir incrementando
hasta llegar a la igualdad real.
Pues la imaginación ya no es necesaria, porque ya existe esa
realidad, así como la de los limpiaparabrisas, los púlsares, los cristales
antirreflejantes, las neveras, las calefacciones centrales, los libros
electrónicos, el láser para operaciones de corrección de vista o las bolsas de papel,
entre otros inventos y descubrimientos conseguidos por mujeres.
Hoy, 11 de febrero, ‘Día Internacional de la Mujer y la Niña
en la Ciencia’ continuamos transformando el presente en futuro para alcanzar la
igualdad en el ámbito de la ciencia. No imaginemos, convirtámoslo en realidad.
Emiliano García-Page
Presidente de Castilla-La Mancha