Ante la vuelta al cole, UNICEF España recuerda que esta figura es clave para la detección precoz de problemas de salud mental y violencia
La implementación completa del coordinador de bienestar y protección en los centros educativos, asignatura pendiente para todas las comunidades autónomas




Dos años después de la creación de la figura del coordinador de bienestar y protección para los centros educativos españoles, ninguna comunidad autónoma ha logrado su implantación completa. Así lo refleja el informe de UNICEF España Los centros educativos como garantes del bienestar y la protección, que analiza la regulación e incorporación de esta figura en los colegios de nuestro país.
Solo dos comunidades autónomas han definido y completado las funciones del coordinador de bienestar y protección en su territorio, ocho han regulado la liberación horaria única para el desarrollo de dichas funciones y tan solo tres establecen un mínimo de cinco horas semanales. Además, si bien la mayoría de las autonomías ha llevado a cabo formaciones elementales para estos coordinadores, en más del 80% de los territorios se mantiene la necesidad de instruir a los docentes que realizan esa función. Esta disparidad de datos genera desigualdades en la protección del alumnado.
“La figura del coordinador de bienestar y protección empezó a funcionar hace ya dos cursos escolares, pero su avance ha sido desigual en las diferentes comunidades autónomas”, ha recordado Lara Contreras, directora de Influencia, Programas y Alianzas de UNICEF España. “Si queremos garantizar que todo el alumnado de nuestro país inicie el curso en un entorno seguro y protector, es necesario poner en marcha medidas que agilicen la correcta implantación de esta figura en todos los centros educativos, independientemente de la región en la que se encuentren”, ha añadido.
El papel del coordinador es fundamental para impulsar tanto la prevención como la detección precoz de problemas de salud mental entre el alumnado, y por tanto para contribuir al bienestar emocional de los niños, niñas y adolescentes.
El análisis de
UNICEF España ha identificado tres desafíos en la implementación del
coordinador: la falta de una definición clara de sus funciones,
formación especializada insuficiente y escasa dotación de
recursos y horas para un desempeño efectivo. Para solucionarlos, la
organización hace una serie de recomendaciones:
- Dotación de recursos proporcional al alumnado, idealmente 23 horas semanales por cada 1.000 estudiantes.
- Definición clara de las funciones, que a su vez cada comunidad autónoma debe adaptar a su realidad.
- Incidir especialmente en la
promoción y prevención del bienestar mental, que deben estar integradas en la planificación escolar y no quedarse en acciones aisladas.
- Mejorar la coordinación entre instituciones para que el coordinador sea efectivamente un enlace entre el centro educativo, los
servicios sociales y los sanitarios, y pueda dar una respuesta integral ante situaciones de riesgo.
- Formación especializada en tres niveles: elemental para todo el personal docente, y básico y superior para los propios coordinadores.
“Sin tiempo, sin formación y sin reconocimiento, el coordinador corre el riesgo de ser una figura simbólica, y sin respaldo institucional, esta figura no podrá cumplir su propósito preventivo y protector, algo que solo perjudicará a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país”, ha concluido Contreras.