El Ayuntamiento de Alcoba de los Montes rinde homenaje a los primeros colonos de lo que es hoy la pedanía de Santa Quiteria

Acercar Disminuir el zoom Imprimir

El alcalde de Alcoba de los Montes, Pedro José Escudero Hidalgo, ha resaltado que el monolito inaugurado en esta pedanía supone “un tributo al esfuerzo, la ilusión y la resistencia de quienes llegaron con poco, pero lo apostaron todo. Familias que convirtieron la tierra en hogar, y cuya historia continúa viva en las nuevas generaciones”.

  El Ayuntamiento de Alcoba de los Montes ha querido rendir homenaje a sus raíces con la inauguración de un monolito en honor a los primeros colonos que se asentaron en lo que es hoy la pedanía de Santa Quiteria.

El alcalde de Alcoba de los Montes, Pedro José Escudero Hidalgo, ha destacado que el monolito inaugurado en esta pedanía supone “un tributo al esfuerzo, la ilusión y la resistencia de quienes llegaron con poco, pero lo apostaron todo. Familias que convirtieron la tierra en hogar, y cuya historia continúa viva en las nuevas generaciones”.

Escudero ha recordado que el pueblo de colonización fundado en 1949, celebra este año 75 años de historia, identidad y comunidad. “Nacido del esfuerzo colectivo y la esperanza de un nuevo comienzo, este núcleo rural acogió en sus inicios a 90 familias procedentes de diversos lugares, unidas por el deseo de construir un futuro mejor”.

Por ello, y como parte de los actos conmemorativos, se ha inaugurado un monolito en homenaje a los 90 primeros colonos que sentaron las bases de lo que hoy es Santa Quiteria. El acto ha contado “con una carga simbólica especialmente emotiva”, ya que han sido los bisnietos y tataranietos de aquellos colonos fundadores quienes han descubierto el monumento, “en un gesto que une el pasado, el presente y el futuro del pueblo”, ha señalado Escudero.

El alcalde de Alcoba de los Montes ha resaltado que Santa Quiteria fue fruto del impulso del Instituto Nacional de Colonización y formó parte de un ambicioso proyecto de desarrollo agrícola en la España de posguerra. El diseño funcional del pueblo, la asignación de tierras fértiles y la cooperación entre vecinos “permitieron consolidar una comunidad que hoy sigue viva y orgullosa de su legado” ha concluido.