Efectivos de la Guardia Civil de Aýna, dentro de su compromiso para la protección del medio ambiente y la apicultura, han detenido a un vecino de la localidad albacetense de Paterna del Madera, de 56 años de edad, como presunto autor del hurto de quince colmenas apícolas, sitas en un paraje del término municipal ayniego.

Actuaciones

La Guardia Civil, dentro del plan de respuesta policial contra el robo en explotaciones agrícolas y ganaderas, tuvo conocimiento de la sustracción de 15 colmenas apícolas, instaladas en un paraje del término municipal de Aýna, valoradas en 1.950 €, con sus correspondientes enjambres y casi en total producción de miel.

 Con las pruebas recogidas en el lugar del hurto y gracias, una vez más, a la inestimable colaboración ciudadana, se iniciaron las primeras indagaciones, las cuales llevaron los agentes encargados de las investigaciones a seguir la pista de una persona que podría estar relacionada con el hecho delictivo.

Conforme las investigaciones avanzaron, se pudo confirmar la presunta implicación del sospechoso inicial y los investigadores procedieron a su detención, consiguiendo recuperar las colmenas sustraídas, que fueron devueltas a su legítimo propietario.

Colaboración ciudadana, teléfono de urgencias 062 y app ALERTCOPS

La Guardia Civil agradece a los ciudadanos su colaboración y recuerda que su teléfono de urgencias, 062, se encuentra a su disposición las 24 horas. Igualmente se informa de la existencia de la aplicación de móvil gratuita ALERTCOPS para que ante cualquier eventualidad puedan ponerse en contacto con las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado.

Abejas y equilibrio ecológico

La apicultura no solo es vital para la producción de miel, sino que también juega un rol esencial en la polinización de cultivos y la biodiversidad. Las abejas son responsables de la polinización de un tercio de los alimentos que consumimos. Por esta razón, los robos de colmenas no solo afectan a los apicultores, sino también a la producción agrícola y al equilibrio ecológico.

Como en este caso, la intervención de la Guardia Civil no sólo protege los intereses de los apicultores, sino que también contribuye a la conservación de un recurso vital para la agricultura y la biodiversidad. Este tipo de servicio pone en alza la importancia de la vigilancia y la cooperación en la lucha contra el robo de colmenas y la protección del medio ambiente.