-La Central Sindical lamenta que persistan los recortes en los servicios públicos mientras se destinan recursos a los altos cargos, subvenciones a sindicatos afines o se abre las puertas al aumento de diputados en las Cortes, además de la privatización que supondrá la Ley de Simplificación Administrativa.
CSIF reivindica el valor de los servicios públicos como motor esencial del desarrollo de Castilla-La Mancha




Con motivo del Día de Castilla-La Mancha, la Central Sindical
Independiente y de Funcionarios (CSIF), primer sindicato en la Función
Pública de la región y con creciente presencia en la empresa privada,
subraya el papel clave que juegan los servicios públicos en el progreso
económico y social de la comunidad autónoma, y sin embargo deteriorados y
maltratados con unos recortes que no cesan.
Esta jornada conmemora la constitución de las Cortes de
Castilla-La Mancha, un parlamento autonómico que puede ver aumentado su
número de representantes tras la aprobación del nuevo Estatuto de
Autonomía. El presidente de CSIF Castilla-La Mancha, Lorenzo Domínguez,
explica que “crecen los privilegios de unos pocos mientras seguimos con
recortes que nos afectan en el día a día, contar con unas Cortes con más
políticos supondrá un gasto enorme para las arcas públicas y que
pagamos todos los castellano-manchegos”.
CSIF incide en que continúan las restricciones en las
contrataciones del personal sanitario y de trabajadores de la Junta de
Comunidades; la temporalidad roza el 40% (más de 18.800 profesionales de
ámbitos sanitarios o más de 10.300 docentes interinos); derechos como
la paralización de la carrera profesional o la derogación del Plan de
Acción Social, o la negativa a afrontar una subida salarial a los
empleados públicos de la región a pesar de toda la pérdida retributiva
acumulada.
“Parece que sí hay dinero para unas cosas, como los altos cargos
en la Junta, 149 en 2025, o las subvenciones a sus sindicatos afines,
que ya superan los 48 millones de euros, y en el futuro veremos unas
Cortes con más representantes. Pero parece que no hay dinero para los
servicios públicos. Hay más de 147.000 empleados públicos en nuestra
región que siguen esperando mejoras que no llegan”, añade Domínguez. Y a
ello se suma la Ley de Simplificación Administrativa, “a la que
podremos llamar la Ley Page”, una normativa que supondrá un auténtico
ataque a los servicios públicos abriendo las puertas a su privatización.
Pero además de los servicios públicos, CSIF también alerta sobre
los retos sociales a los que se enfrenta Castilla-La Mancha: uno de cada
tres ciudadanos está en riesgo de pobreza o exclusión social; los
salarios y pensiones continúan por debajo de la media nacional; el
desempleo femenino y la precariedad laboral con contratos temporales y
jornadas parciales, o las 58 personas que perdieron la vida el pasado
año en la terrible lacra de la siniestralidad laboral.
“Vamos a seguir luchando y siendo el escudo para los colectivos
más vulnerables, porque en CSIF no nos ponemos de perfil. La
recuperación de derechos, la mejora de las condiciones laborales y la
lucha contra la precariedad no son sólo justas, sino imprescindibles
para construir una Castilla-La Mancha más próspera, igualitaria e
inclusiva”, concluye Domínguez.