Amaya Blanco (Premio ‘Ciega de Manzanares’) y Nuria García (Premio ‘Calicanto’) han sido las ganadoras este año
Manzanares entrega sus premios literarios




La sala polivalente de Casa Malpica se vistió de gala el sábado para acoger la ceremonia de entrega del 23º Premio Nacional de Poesía ‘Ciega de Manzanares’ y del 22º Premio Nacional de Relato Corto ‘Calicanto’, en los que Amaya Blanco y Nuria García resultaban ganadoras, respectivamente. Una celebración del arte de la palabra en todas sus formas que premió el talento y la sensibilidad.
Como es habitual, acto comenzó con la presentación del
poemario ganador de la edición anterior: 'Los márgenes remotos' de Jorge Pozo
Soriano. El autor compartió algunos extractos de su obra, que explora temas
como la soledad, la impotencia ante el destino o la búsqueda del sentido de la
vida. El libro, publicado por la editorial Huerga y Fierro, presenta un
monólogo existencial del poeta “donde la duda, la queja y el llanto están muy
presentes”.
La ceremonia continuó con la entrega del XXII Premio Nacional
de Relato Corto 'Calicanto' a Nuria García González por su obra 'Cromático
Universo', una narración que transcurre en una prisión y que explora las
relaciones interpersonales que se generan en ese contexto. La autora, que
agradeció este premio dotado con 600 euros y la publicación del relato en la
revista de creación literaria ‘Calicanto’, explicó que su texto utiliza los
colores primarios para definir la personalidad de los protagonistas: magenta
como el color de la amistad, el cian para la comprensión y el gualdo para la
jerarquía. García resaltó que, a pesar de la crudeza del entorno, su historia
deja “una ventana abierta a la esperanza y a la belleza”.
A continuación, Amaya Blanco García recogía el XXIII Premio
Nacional de Poesía 'Ciega de Manzanares', agraciado con 3.000 euros y la
publicación de su obra ‘La tinta de la luz’. La autora describió su poesía como
“mística laica en tiempos modernos” y señaló que su poemario toma su título de
una frase del revolucionario espiritual Bahá'u'lláh: “escribe con la tinta de
la luz”, idea sobre la que reflexiona en el libro. Además, añadió que la obra
sigue las tres partes típicas de la vía espiritual de San Juan de la Cruz:
búsqueda, iluminación y unión, pero añadiendo una cuarta, la constancia, ya
que, aseguró, “siendo mujer, madre y autónoma...hoy en día no es lo mismo estar
en un monasterio que pagar facturas”.
El acto, que estuvo conducido por el escritor y miembro del
grupo literario ‘Azuer’, Cristóbal López de la Manzanara, contó con la
presencia del concejal de Cultura, Jesús Romero, y la primera teniente de
alcalde, Prado Zúñiga. El edil, que felicitó a las premiadas y a la editorial
en su 50º aniversario y tuvo unas palabras de recuerdo al recientemente
desaparecido poeta Antonio Hernández, reiteró el apoyo del Ayuntamiento a este
tipo de iniciativas y destacó la importancia de la cultura para la sociedad:
“un pilar fundamental, no sólo entretenimiento, sino que nos aporta
herramientas para reflexionar, para imaginar mundos mejores y conectar con
nuestras emociones”
Además, para cerrar esta celebración del arte de la palabra,
Tomás Fernández-Arroyo puso voz al relato 'El poeta y su musa', escrito por
López de la Manzanara. Un entrañable cuento sobre la exploración de la
inspiración y la búsqueda de la belleza a través del conocimiento y la destreza
en el manejo del lenguaje.