Funcionarios de todos los sectores nos unimos frente a la crisis de MUFACE, que, de no resolverse, acarreará graves consecuencias para el conjunto de la población Los sindicatos ANPE, FEDECA, SIAT, SPP, SUP UFP, USIE y USO, que representan un amplio porcentaje de funcionarios civiles, hemos decidido unir fuerzas frente a la crisis abierta entre aseguradoras sanitarias y el Gobierno, que supone un grave riesgo para el servicio sanitario de toda la población.
ANPE CASTILLA-LA MANCHA participará en la concentración en defensa de MUFACE
La absorción de funcionarios por el sistema público de salud acarrearía consecuencias devastadoras en algunas comunidades autónomas que, a día de hoy, a duras penas pueden dar servicio a todos los ciudadanos.
La
mala gestión y la falta total de previsión, sumadas al proyecto encabezado por
la ministra de Sanidad para hacer desaparecer la mutua, nos han llevado al
punto en el que nos encontramos ahora: un abandono de pacientes, algunos de
ellos en tratamiento, llevándonos a todos a una dramática situación de
incertidumbre.
Pedimos
también responsabilidad a las aseguradoras, tanto a las que vienen participando
en el concierto como al resto. Recordamos que la atención sanitaria de los
mutualistas nunca ha sido gratis e incluso ha ayudado a mejorar la imagen de
compañías del sector. Hay que recordar que no nos han atendido gratis durante
los años en los que necesitaban a los funcionarios para crecer y mejorar la
imagen de sus compañías, para que ahora nos despachen de esta manera.
Aunque
algunas voces tratan de restar importancia al desembarco en la sanidad pública
de un millón y medio de nuevos pacientes, es evidente que causaría un fuerte
impacto, sobre todo en comunidades autónomas que ya están viviendo un colapso y
que indudablemente no podrían soportar esta nueva situación.
Conviene
recordar que MUFACE, al igual que cualquier otra mutua, se soporta gracias a
sus mutualistas, que, además, contribuyen con sus impuestos al soporte del
sistema público estatal. Lejos de ser un regalo o un privilegio, supone una
descarga de pacientes para el sistema público sanitario y un ahorro para las
arcas del Estado, al margen de los discursos y objetivos de la agenda política
de la ministra Mónica García.
La
movilización del próximo día 22 de enero, a las 14:00 horas, en Madrid, es una
demostración de la unidad de los funcionarios civiles frente a lo que, sin
ninguna duda, puede acarrear una crisis sin precedentes en la sanidad de todos
los españoles.
Frente
a la impericia de los políticos y la falta de ética de las aseguradoras, la
unión de todos los funcionarios exigiendo a Gobierno y aseguradoras
responsabilidad, compromiso y un esfuerzo a las partes para la resolución del
problema.