Niños y niñas desplazados del norte de Gaza reflexionan sobre sus esperanzas tras el alto al fuego

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Con el colapso de los servicios esenciales y la magnitud de la destrucción de viviendas, infraestructuras sanitarias y centros educativos, el volumen de las necesidades humanitarias en la Franja de Gaza es casi indescriptible. Desde UNICEF, estamos intensificando nuestra respuesta, enviando un total de 1.300 camiones con suministros vitales de nutrición, agua, saneamiento, salud y apoyo psicológico para niños y familias en situación de emergencia. Además, otros 700 camiones están por llegar.

Sama, 9 años


“Hace un año y tres meses que no veo a mi madre. Al fin, voy a la ciudad de Gaza para verla y lanzarme a sus brazos.
Regresaremos a nuestra casa, volveremos a la escuela y viviremos como antes.
Siento alegría y felicidad. Recuerdo cómo mi madre me abrazaba, me ayudaba a ponerme la ropa, me peinaba antes de ir a la escuela y me daba un beso”.

 

Yamen, 9 años


“Estoy muy feliz porque la guerra ha terminado y ya no hay más bombardeos.
Regresaremos a nuestras casas y me encontraré con mis tíos y tías. Volveremos a Gaza. Ya no escucharemos los aviones ni los cohetes. Volveremos a dormir en nuestras camas, en nuestras propias casas”.

Rajaa


“Quiero volver a nuestra casa y jugar con mis juguetes. Quiero ver que mis tíos y tías estén sanos. Estoy muy feliz porque volveré a nuestra casa, dormiré en mi cama y celebraré nuestro regreso jugando con mis juguetes. Estoy feliz porque la guerra ha terminado”.

Sahar, 8 años


“Mi deseo es volver a mi vecindario, ver a mis amigos y jugar con ellos. Solo quiero vivir sin miedo, sin bombardeos aéreos”.