UGT Castilla-La Mancha -a través de su secretaria de Empleo y Política Sindical, Isabel Carrascosa- destaca los beneficios que está teniendo la subida del SMI entre aquellos cuyas retribuciones son más bajas.
Los salarios de los castellanomanchegos/as que menos ganan han aumentado un 35,4% en cinco años
Tras la firma esta semana del acuerdo
entre Gobierno central y sindicatos para la subida del Salario Mínimo Interprofesional,
UGT Castilla-La Mancha valora de manera positiva que la revalorización que está
experimentando el SMI en los últimos años esté beneficiando a las personas con
los salarios más bajos. Así se desprende de la Encuesta de Población Activa (EPA),
la cual arroja que los ingresos de los que menos cobran en la región han
aumentado en cinco años un 35,4%.
En el reparto que hace el INE de la
población trabajadora en 10 grupos de igual número en función de su salario
(deciles), se establece que en el decil 1 (aquel en el que está el 10% de las
personas con menos ingresos salariales brutos) la ganancia media en 2022 fue de
614,31 euros mensuales; mientras que en el decil 10 (aquel en el que está el
10% de las personas que más ganan) la ganancia media fue de 4.966,92 euros.
En último lustro contemplado por la EPA
(2017-2022), los ingresos de los que menos cobran han aumentado en mayor medida
que entre aquellos que tienen mayores retribuciones. “Si los salarios de los
que menos cobran han pasado en este periodo de 453,62 a 614,31 euros
-incrementándose un 35,4%-, los salarios del decil 2 (es decir, del siguiente
10% de la población que menos cobra) han crecido de 865,77 a 1.135,88 euros
brutos mensuales, lo que representa un incremento del 31,1%. Aunque todos los deciles
han experimentado subidas, el porcentaje de aumento va reduciéndose según va
creciendo la ganancia.
La secretaria de Empleo y Política Sindical de UGT Castilla-La Mancha, Isabel Carrascosa, considera que la subida del SMI ha beneficiado a aquellos que menos cobran y, en general, a los sectores más precarizados, como son el agrario o la hostelería, y a aquellos colectivos peor remunerados, como son las mujeres y los jóvenes.
“Esta evolución contrasta con la
experimentada en la crisis económica de 2008 y es que, en el lustro comprendido
entre 2007 y 2012, los salarios de los que menos ganan bajaron un 14%, frente a
una subida de un 19% que experimentaron las retribuciones de aquellos que más
cobran”. Isabel Carrascosa afirma que las crisis se pueden afrontar de muchas
maneras y que, “afortunadamente, en esta última se han aplicado políticas que
han ayudado a los más desfavorecidos”.
Destacaba que desde el año 2018 el SMI
ha pasado de los 735 a los 1.134 euros, una mejora que en solo cinco años
representa un aumento del 54%.