Desde el principio, la COP27, también conocida como “la COP de África”, se anunció como un momento para que los líderes mundiales se reunieran “para la acción”. Aunque se han logrado avances, estos no han sido suficientes.
UNICEF: El estancamiento continuo y la demora en la financiación climática real es una sentencia de muerte para muchos niños y niñas




El
hecho de que la COP27 no haya terminado con un acuerdo sobre una
transición energética más ambiciosa y acelerada para mantener el límite
de temperatura
de 1,5 grados al alcance es lamentable y aumenta el riesgo de que los
niños y niñas se enfrenten a amenazas aún mayores en los años venideros.
Los
Estados miembros tampoco han cumplido con las repetidas promesas de
aumentar la financiación climática para los países en desarrollo a
100.000
millones de dólares (96.868 millones de euros al cambio actual) al año,
y duplicar la ayuda para la adaptación climática hasta situarse en unos
40.000 millones de dólares (38.743 millones de euros) al año para 2025.
Se han retrasado hasta 2024 decisiones clave
sobre un nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiación
climática, y persisten serias divisiones sobre las fuentes de
financiación y las decisiones sobre cómo se debe gastar.
Nos
complace que los negociadores hayan podido acordar el trabajar a lo
largo de 2023 para conseguir el Objetivo Global de Adaptación y adoptar
un marco en la COP28, considerando la necesidad de adaptar y proteger
los sistemas esenciales que ofrecen agua, alimentos y servicios de
salud, entre otros. Pero la brecha entre los niveles actuales de
financiación para la adaptación y la escala de la necesidad
sigue siendo grande, y en un momento en que se necesita más ambición,
el compromiso explícito de duplicar la financiación para la adaptación
para 2025 (acordado en la COP26) de hecho se abandonó.
El
avance en la decisión de establecer un fondo para compensar a los
países por
las pérdidas y los daños irreparables provocados por la crisis
climática también es un paso hacia la justicia climática, y uno que los
niños, niñas y jóvenes han estado pidiendo de verdad. Pero el
estancamiento continuo y la demora en la financiación climática
real no es justicia climática. De hecho, para muchos niños y niñas es
una sentencia de muerte.
UNICEF
hace un llamamiento a todas las partes para que redoblen sus esfuerzos
para
proporcionar financiación climática nueva, adicional y ambiciosa, así
como una acción de adaptación, en 2023. Cualquier cosa menos esto, que
es condenar a millones de niños y niñas a un futuro con cambio climático
para que no están preparados ni protegidos.
UNICEF acoge con satisfacción el reconocimiento explícito del derecho mundial a
un medioambiente limpio, saludable y sostenible, y su importancia en el contexto de la acción climática.
Esto marca un importante punto de inflexión.
Finalmente,
la COP27 ha representado un avance importante en otro frente, al
reconocer formalmente, por primera vez, a los niños, niñas y jóvenes
como agentes de cambio. Los niños, niñas y jóvenes han sido nuestros
principales defensores del clima, presionando para que se tomen medidas
incluso cuando los líderes mundiales luchan por avanzar, y se debe
proteger su libertad para expresar sus puntos de
vista, experiencias y soluciones.
Los
líderes mundiales harían bien en atender los llamamientos de los niños,
niñas y jóvenes para intensificar masivamente las acciones encaminadas
a reducir las emisiones y proporcionar financiación climática adecuada.
No es suficiente simplemente escuchar. Los niños, niñas y jóvenes no
quieren simplemente “ser escuchados”. Quieren, necesitan y merecen que
se les tome en serio y que quienes toman las
decisiones actúen de acuerdo con sus llamamientos a la acción”.
Para contribuir al trabajo de UNICEF en la lucha contra el cambio climático: https://www.unicef.es/colabora/unidos-por/unidos-por-cambio-climatico