“La necesidad de mejorar salarios se hace patente cuando vemos que una gran parte de la población de Castilla-La Mancha subsiste atendiendo gastos básicos”, advierte María Ángeles Castellanos, secretaria de Políticas Sociales, Agenda 2030 y Empleo de CCOO CLM. En España 4,6 millones de personas trabajadoras se quedan sin vacaciones por motivos de dinero. A esta situación se une el problema de soportar el calor en muchos hogares de la región: El 13,6% de los habitantes de la comunidad no puede permitirse mantener sus viviendas con una temperatura adecuada.
Sin vacaciones y con calor: Más de 717.000 personas en Castilla-La Mancha no pueden irse ni tan siquiera unos días
El 36,2% de los hogares de Castilla-La Mancha y el 32,8%
de los hogares de España no pueden permitirse ir de vacaciones al menos una
semana al año, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto
Nacional de Estadística, unos datos que coinciden con la imposibilidad para
muchos hogares de mantener una temperatura adecuada cuando arrecia el calor.
La
secretaria de Políticas Sociales, Agenda 2030 y
Empleo de Comisiones Obreras Castilla-La Mancha, María Ángeles Castellanos, ha
analizado estos datos que coinciden con las conclusiones de un reciente estudio
del Instituto Europeo ETUI, donde se advierte que “el alza de precios
acentúa la presión sobre los trabajadores, aumentando el número de personas que
tienen dificultades para llegar a fin de mes y aleja aun más la posibilidad de
vacaciones”.
Dicho informe indica que ha
dedicado un estudio a esta coyuntura, señalando que Rumanía, Grecia y Lituana
son los países con mayor número de trabajadoras y trabajadores que no pueden
tomar vacaciones una semana. En España 4,6 millones de personas trabajadoras se
quedan sin vacaciones por motivos de dinero.
En el caso de Castilla-La
Mancha, María Ángeles Castellanos ha explicado que es una de las comunidades
autónomas con el nivel más alto de hogares que no pueden permitirse vacaciones;
la superan Andalucía con un 45,3% de los hogares, Extremadura con el 44,4%,
Murcia y Canarias, en ambos casos con un 42,9%. En el lado opuesto está el País
Vasco, con un 17,6% de hogares que no puede permitirse unas vacaciones.
Respecto a 2020, el número
de personas que no puede permitirse
vacaciones ha crecido un 8%, señala la secretaria de Políticas Sociales, Agenda 2030 y Empleo. “Estos
datos son una muestra más de la necesidad de mejorar los salarios en
Castilla-La Mancha, que cerca de un 40% de los hogares de la región no pueda
permitirse vacaciones supone que una gran parte de la población de Castilla-La
Mancha subsiste atendiendo gastos básicos”.
A esta situación se une el
problema de las altas temperaturas que se soportan estas semanas en la región,
en un verano de calor extremo. Siguiendo con los datos que proporciona el INE
en la Encuesta de Condiciones de Vida, el 13,6% de los habitantes de
Castilla-La Mancha no pueden permitirse mantener sus viviendas con una
temperatura adecuada. “Supone que en torno a 280.000 personas de Castilla-La
Mancha se encuentran en esta situación, una cifra que ha crecido de forma
alarmante en el último año con un incremento del 42% y son indicadores de 2021,
los datos pueden ser peores en 2022”.
Las cifras de carencia
material en Castilla-La Mancha “son incuestionables”, ha apuntado María Ángeles
Castellanos, que añade que “dado que la principal fuente de ingresos para la
mayor parte de la población son los salarios, hay que avanzar en mejoras
salariales”, aparte de las medidas con las que los poderes públicos deben
contener la escalada de precios.
CCOO destaca los “avances
importantes” para mejorar el poder adquisitivo de los más vulnerables, como las
medidas adoptadas en las rentas mínimas por las subidas del SMI y de las
pensiones, “pero hay que seguir avanzando y hay que hacerlo desde los salarios,
una fiscalidad progresiva y el control de la subida de los precios vinculada al
incremento de los beneficios empresariales”.
La emergencia para muchas
familias no es exclusiva de la región ni de España. Por ello CCOO CLM respalda
la llamada que la Confederación Europea de Sindicatos hace a la Unión Europea y
los gobiernos de cada nación para que adopten medidas urgentes con las que
responder a esta situación, desplegando los medios necesarios para atenuar el
impacto de la crisis sobre los precios de los productos energéticos y de los
alimentos básicos.