Con motivo de la celebración del Día Mundial de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción otorga sus premios Atila y Caballo de Atila a las conductas más destacadas del año por su contribución a la destrucción del medio ambiente. Este año han obtenido el galardón Enagás (Premio Atila) y la Comisión Europea (Premio Caballo de Atila). La organización ecologista entrega además dos accésits: uno al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas, y otro a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez.
Ecologistas en Acción concede los Premios Atila 2022
El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 para aumentar la conciencia medioambiental y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Para ello, Ecologistas en Acción premia a los que son como Atila: por donde pasan, no crece ni la hierba. Con estos premios se señala a instituciones y a sus responsables como causantes de agudizar la crisis social y ambiental.
El primer premio, Premio Atila 2022, es para Enagás, por promover no uno, ni dos, sino tres megaproyectos de infraestructuras gasistas utilizando la coyuntura de la guerra: la reapertura de la Planta de Regasificación Ilegal de El Musel (Asturies), el gasoducto zombie MidCat y la reciente fantasmada del gasoducto submarino entre Barcelona y Livorno, a 700 kilómetros bajo el mar).
La empresa gasista no ha dudado en esgrimir la continuidad de una energía como el gas para seguir impulsando proyectos ilegales, inviables e insostenibles. Su posición como comisionista por la construcción de infraestructuras gasistas nos ancla a un modelo que financia las guerras y la destrucción del planeta.
El segundo premio, Premio Caballo de Atila, se lo ha llevado la Comisión Europea. Por la contradicción por presentar un Acto Delegado para incluir la energía nuclear y el gas como "verdes" en su taxonomía. En contra de sus propios principios, del Acuerdo Verde Europeo y de las indicaciones de los foros de expertas y expertos.
La empresa gasista no ha dudado en esgrimir la continuidad de una energía como el gas para seguir impulsando proyectos ilegales, inviables e insostenibles. Su posición como comisionista por la construcción de infraestructuras gasistas nos ancla a un modelo que financia las guerras y la destrucción del planeta.
El segundo premio, Premio Caballo de Atila, se lo ha llevado la Comisión Europea. Por la contradicción por presentar un Acto Delegado para incluir la energía nuclear y el gas como "verdes" en su taxonomía. En contra de sus propios principios, del Acuerdo Verde Europeo y de las indicaciones de los foros de expertas y expertos.
La Unión Europea, que no duda en mostrarse como un líder climático mundial, vuelve a aprovechar una situación coyuntural para presentar las propuestas más insostenibles del neoliberalismo fósil como necesarias. Si la UE es consciente de la emergencia climática, no debe seguir defendiendo a las empresas que han provocado la crisis actual.
En este caso, se puede hablar de un caballo de Atila que por donde pisa, todo lo pinta de verde.
Accésits especiales
Una vez más, este año Ecologistas en Acción ha entregado dos accésits especiales: uno al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas, y otro a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez. Al tratarse de un ministro y una ministra, en esta edición Ecologistas en Acción llamará a estos accésit La Cartera de Atila.
La primera Cartera de Atila es para Luis Planas, por ponerse siempre del lado contrario a la protección de la salud y el interés general de la sociedad, la protección del planeta y los ecosistemas y del bienestar animal, apoyando las macrogranjas, el uso de fitosanitarios, la rebaja de todo tipo de estandáres e incluso financiando al lobby de la caza y aprobando la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.
La segunda Cartera de Atila la recoge Raquel Sánchez, por su irresponsable política de movilidad centrada en el apoyo a los medios de transporte más contaminantes y la construcción de costosas e innecesarias infraestructuras para aquellos. Los rescates multimillonarios a la industria de la aviación; los proyectos de ampliación de aeropuertos como los de Madrid, Barcelona y Girona, entre otros; la negativa a afrontar necesarias actuaciones de renaturalización de las costas para frenar las consecuencias del cambio climático sobre el litoral; la ampliación de autopistas como la AP7 de Vilafranca en el Papiol o la A5 desde Madrid a Maqueda; o el cierre de la línea ferroviaria entre Tarancón y Utiel, representan claros ejemplos de una visión del transporte situada en el extremo opuesto al modelo hacia el que es necesario transitar en el contexto actual de emergencia climática y crisis económica y energética.
En este caso, se puede hablar de un caballo de Atila que por donde pisa, todo lo pinta de verde.
Accésits especiales
Una vez más, este año Ecologistas en Acción ha entregado dos accésits especiales: uno al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas, y otro a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez. Al tratarse de un ministro y una ministra, en esta edición Ecologistas en Acción llamará a estos accésit La Cartera de Atila.
La primera Cartera de Atila es para Luis Planas, por ponerse siempre del lado contrario a la protección de la salud y el interés general de la sociedad, la protección del planeta y los ecosistemas y del bienestar animal, apoyando las macrogranjas, el uso de fitosanitarios, la rebaja de todo tipo de estandáres e incluso financiando al lobby de la caza y aprobando la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.
La segunda Cartera de Atila la recoge Raquel Sánchez, por su irresponsable política de movilidad centrada en el apoyo a los medios de transporte más contaminantes y la construcción de costosas e innecesarias infraestructuras para aquellos. Los rescates multimillonarios a la industria de la aviación; los proyectos de ampliación de aeropuertos como los de Madrid, Barcelona y Girona, entre otros; la negativa a afrontar necesarias actuaciones de renaturalización de las costas para frenar las consecuencias del cambio climático sobre el litoral; la ampliación de autopistas como la AP7 de Vilafranca en el Papiol o la A5 desde Madrid a Maqueda; o el cierre de la línea ferroviaria entre Tarancón y Utiel, representan claros ejemplos de una visión del transporte situada en el extremo opuesto al modelo hacia el que es necesario transitar en el contexto actual de emergencia climática y crisis económica y energética.