Según Carmen Teresa Olmedo, “el Gobierno de Castilla-La Mancha está muy agradecido a las asociaciones y hermandades que preservan nuestras tradiciones y las transmiten a las generaciones más jóvenes”,.
La delegada de la Junta de Comunidades felicita a la Hermandad de la Virgen del Monte por el “magnífico” espacio y patrimonio de su museo
La delegada de la Junta de Comunidades ha felicitado a la Hermandad de la
Virgen del Monte de Bolaños de Calatrava por el trabajo que está llevando a
cabo para conservar y mantener el Santuario y su entorno y por el esmero y
dedicación que han puesto en el recién ampliado museo de su patrona, un museo
“magnífico” tanto por sus instalaciones como por el patrimonio que atesora.
Para Olmedo, que estuvo
visitando el Santuario, la labor que desempeñan hermandades como la Virgen del
Monte merece todo el reconocimiento y agradecimiento del Gobierno de
Castilla-La Mancha porque gracias a estas entidades “la riqueza cultural y
patrimonial y las tradiciones de muchos de nuestros pueblos se mantienen y se
transmiten a las generaciones más jóvenes”.
A este respecto, la representante
del Ejecutivo de García-Page en la provincia señaló la hermandad de la patrona
de Bolaños ha tenido un especial empeño para que el fervor y la devoción por la
Virgen del Monte no decayeran durante la pandemia y ha logrado incluso que
“haya ido a más”, como se puso de manifiesto en la multitudinaria romería
celebrada hace unas semanas, que congregó a más de veinte mil personas.
La delegada de la Junta de
Comunidades hacía estas consideraciones al término de su recorrido por el Santuario
de la Virgen. Acompañada por el presidente de la Hermandad, Sacramento
Fernández, Olmedo visitó en primer lugar la denominada ermita grande, empezando
por el camarín recién restaurado y, a continuación, subió al coro para
contemplar la cuantiosa colección de exvotos depositados a lo largo de los años
por centenares de devotos de la Virgen.
A continuación, la
delegada, integrantes de la directiva de la Hermandad, el alcalde y los
concejales se desplazaron al museo situado en un edificio anexo, donde Olmedo
pudo admirar los mantos, prendas, sombreros y joyas que luce la Virgen, así
como una selección de exvotos y fotografías de finales del siglo XIX y de su
coronación canónica en 1966.