Casi un año después de la aprobación –en junio de 2021- de la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), UNICEF España ha presentado el proyecto Entornos Protectores, en el que se enmarca una serie de recursos para contribuir a la implementación de la norma y a la generación de entornos protectores para los niños, niñas y adolescentes.
UNICEF pide que se garantice que todos los niños y niñas viven en entornos libres de violencia
En concreto, la organización ha presentado una
Hoja de ruta para la implementación de la LOPIVI para ayudar a los diferentes sectores implicados a aplicar la ley; el informe
#InfanciayViolencia: Estudio participativo de la situación en España y
construcción de propuestas para mejorar la atención a la infancia y
adolescencia, que recoge conclusiones y recomendaciones tras realizar una investigación en nueve comunidades autónomas
sobre prevención y atención de la violencia contra la infancia; y la guía Ver
para Proteger: Claves para comprender la violencia contra niños, niñas y
adolescentes y para desarrollar medidas de protección eficaces,
cuyo objetivo es ayudar a los profesionales
a detectar e identificar las situaciones de violencia para poder
prevenirlas. Además, se han mostrado los resultados de un proyecto
piloto de implementación de la ley realizado en Asturias.
“Atender
a las víctimas de violencia es haber llegado demasiado tarde”, asegura
José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España.
“Por ello es fundamental seguir incidiendo en la prevención de la
violencia contra la infancia, garantizando que los espacios y entornos
donde viven los niños y niñas sean realmente entornos seguros y
protectores, y que los adultos que les rodean sean plenamente
conscientes de su papel protector de la infancia”.
Si
bien la Ley de protección frente a la violencia otorga un papel
importante a la prevención y establece medidas en los ámbitos más
cotidianos para la infancia, es necesario fortalecer el sistema de
protección infantil, que además se enfrenta ahora al reto de la llegada
de niños, niñas y adolescentes refugiados de la guerra de Ucrania. El
marco jurídico que ofrece la ley supone una gran
oportunidad para el desarrollo de nuevas políticas, formas de
actuación, protocolos y figuras.
Para
cubrir las carencias y conseguir ese fortalecimiento del sistema, el
proyecto Entornos Protectores contempla tres objetivos:
contribuir a la generación de conocimiento sobre infancia y violencia;
fortalecer las capacidades institucionales a través del asesoramiento
por parte de UNICEF España a diversos organismos; y ayudar a la
capacitación de los profesionales, a los que se ofrecen
cursos online o formaciones básicas sobre la ley, para que adquieran
las habilidades necesarias para prevenir, identificar y tratar
situaciones de violencia.
Las diferentes guías y estudios constituyen una herramienta para contribuir al cumplimiento de esos objetivos. Así, la
Hoja de ruta ahonda en los aspectos fundamentales de la ley y en las acciones necesarias para implementarla de manera efectiva. La guía
Ver para Proteger ofrece pautas para identificar los tipos de
violencia, reconocer las falsas creencias que dificultan esa
identificación, conocer las consecuencias de la violencia sobre la
infancia o proteger a la infancia de la manera más adecuada
en lugares como los centros de protección, los entornos deportivos, los
centros educativos, los municipios y otros espacios de atención a
niños, niñas y adolescentes.
Por último, el estudio #InfanciayViolencia hace una serie de recomendaciones basadas en los hallazgos encontrados tras la investigación en nueve comunidades autónomas (Aragón, Principado de Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Euskadi, Galicia, Madrid y Navarra) y la reflexión compartida de distintos grupos de profesionales y de niños, niñas y adolescentes. Entre esas recomendaciones se encuentran: atender a las nuevas formas de violencia percibidas, impulsar espacios de encuentro y reflexión para la coordinación entre profesionales, y otorgar un mayor papel a la escuela como eje central de atención a la infancia.