En mi experiencia dentro de cada persona yace un universo, lleno de bendiciones como la paz, el amor, la salud, la abundancia, la plenitud, la contribución, la sabiduría y el bienestar integral del Ser. Su naturaleza es ampliamente desconocida debido al incesante ruido mental producido por el Ego, este desconocimiento en sí es una experiencia, no es mala, no es buena, simplemente Es…
A través de un autodescubrimiento he experimentado que la expansión de la conciencia es un viaje natural hacia el anhelo de toda alma. Y en realidad todos buscamos la misma montaña a través de diferentes caminos hacia la luz, donde nos espera pacientemente la bondad, la gloria y la grandeza del espíritu.
El descubrimiento o, como yo lo llamo, la iluminación está disponible para todos en igualdad de oportunidad, pues sólo basta elegir detenerse un instante, para escuchar lo que la vida trata de decirnos a través de nuestra propia voz interna.
La Fe es una puerta de entrada a ese universo, pues creer es antes que crear y ser es antes que hacer y tener. Esta fe es tu más preciado tesoro espiritual y cultivarla puede darte los frutos más ricos del huerto de la vida.
