Él quiere mantener su fachada de perfecto conde, aun en tiempos modernos.
Ella, superar los complejos en cuanto a su cuerpo de curvas generosas y fuera de la moda de la delgadez.
Y los intereses económicos y una promesa común a cumplir serán quienes hagan que sus destinos se crucen.
James Tenston no quiere asumir el legado, envuelto en deudas, ruina y dolor, que hereda de su padre al morir. Sin embargo, no tiene otra opción más que tomar las riendas de una familia en decadencia y convertirse en el XIV conde de Wranson, y ello tan solo gracias al recuerdo de su difunto abuelo.
Raven Simmons es una joven que, debido a la promesa que le hace a su abuelo antes de que muera, acepta que su vida transite el camino de un matrimonio por conveniencia a cambio de un título nobiliario. Decidida a que ningún hombre la vuelva a engañar, a no sufrir más por amor, cree que esa será la forma para encontrar la tranquilidad que ansía.
Los intereses serán la razón por la que sus caminos se crucen. Pero todo puede ocurrir en un matrimonio basado en el respeto, la confianza y la amistad... incluso cuando todos querrán separarlos.
Los lectores han dicho...
«La autora consigue que te pongas en la piel del personaje masculino y sufras con él sus problemas.»
«No pude dejarla hasta terminar.»
