La meta de toda mujer u hombre que conoce a Jesús, es hacerlo en profundidad. Vivir la vida indagando profundamente en la persona de Jesús, su carácter, obras, enseñanzas. Debemos enfocarnos en nuestra respuesta a este desafio a través de la vida diaria y el rol que en ella tengamos.
El seguidor, ahora se convierte en alguien tan lleno del Espíritu de Dios y de las enseñanzas de Jesús que transmite y contagia ese estilo de vida, es un PORTADOR. Lleva en y a través de su vida, el claro mensaje de salvación.