En esta obra se encuentra la verdadera historia del blues, por delante del mito. Con datos basados en fuentes confiables, se demuestra que, no hay otro país en el mundo después de los Estados Unidos, que haya contribuido tanto en el desarrollo del blues como México.
México ha sido protector inicial, bienhechor superior, mecenas eminente y testigo principal del desarrollo del blues. Más de 50 razones documentadas y sustentables, que hacen a México el padrino mundial del blues; México es el primer país del mundo en recibir las raíces del blues. Los Mascogos, tribu proveniente de la Florida, llegaron a México hace 165 años y consigo trajeron las raíces del blues, todavía habitan en el norte de México.
México es el introductor de la guitarra de 6 y 12 cuerdas a Texas y posteriormente a Luisiana y Mississippi, aparte del Bajo Sexto y el Tololoche, el contrabajo mexicano. La guitarra mexicana de 12 cuerdas se convirtió en el motor del blues.
Juan Ávila se ha dado a la tarea de concentrar, cientos de datos, que estaban dispersos, pero que hablan de lo mismo, la gran aportación de la cultura mexicana, al desarrollo primario del blues, como el caso de los Mexicanos Andrés Berlanga y Francisco Montoya, que comparten el estudio de grabación con Robert Johnson.
México tiene guitarristas grabando codo a codo, desde Andrés Berlanga con Robert Johnson, hasta Carlos Santana, trabajando con Eric Clapton, Jeff Beck y muchos más; pasando por Lydia Mendoza, la reina mexicana de las 12 cuerdas, a los que muchos expertos en la materia comparan con Leadbelly.
Los mexicanos llevaron a Texas la tradición del "Músico Callejero"; Posteriormente tomada por los músicos de blues. El Corrido Mexicano; La influencia del corrido mexicano, no sólo es en el blues, sino en otras corrientes, inclusive en el Reggae.
