El sonido de la voz de Dios produjo la frecuencia de luz con que todas las cosas fueron creadas en Génesis (Sea la Luz). El universo, tanto visible como invisible, vibra en las frecuencias de nuestro Padre Celestial. De esta manera, la luz y el sonido son las fuerzas vivas dentro de todos los elementos existentes en la tierra, incluyendo al hombre. En este sentido, la frecuencia más alta en la tierra se encuentra en las plantas, cuyo propósito es servir al ser humano. Las plantas son, en cierta forma, los “cuidadores o guardianes” de la creación de Dios y ayudan a exponernos a la naturaleza y amor de nuestro Creador.Este libro explora ese aspecto de la creación, analizando los tesoros escondidos en los aceites esenciales, tanto espiritual como científicamente. El poder de los aceites es revelado para aquellos que aceptan la cruz de Cristo y su victoria sobre todo pecado y enfermedad. Para aquellos que entienden Su victoria, estas moléculas de fe serán útiles como vehículo que te llevará a vivir en “Salud Divina”.Este libro impulsa y equipa a todo aquel que está buscando una solución frente a los fármacos y las enfermedades. Muchos han estado buscando las verdades reveladas en este libro, ya que desean cambiar su vida y la de las próximas generaciones. Este libro te ayudará a comprender cómo los elementos existentes hoy en la naturaleza, creados por Dios, pueden ayudar a mejorar tu salud. Comienza tu camino hoy regocijándote y disfrutando en el Espíritu Santo.
