Tópicos a Cayo Trebacio - Marco Tulio Ciceron

Tópicos a Cayo Trebacio

Por Marco Tulio Ciceron

  • Fecha de lanzamiento: 2013-06-28
  • Género: Filosofía

Descripción

Cuando comenzaba yo a escribir cosas de más
entidad y sustancia que las que he publicado hasta
ahora, tu voluntad me apartó de este camino. Estábamos
juntos en la biblioteca del Tusculano registrando
cada cual de nosotros los volúmenes que
para su estudio necesitaba, y tropezaste con los Tópicos
de Aristóteles, explicados en muchos libros. Te
llamó la atención el título, y me pediste la explicación
del libro, y habiéndote dicho yo que allí se explicaba
el modo de hallar argumentos según el
método inventado por Aristóteles, me diste, a entender
modestamente, como sueles, pero de manera
que bien se conocía tu ardiente deseo, que te enseñase
aquel método. Yo, no por esquivar el trabajo,
sino por interés tuyo, te aconsejé que los leyeses por
ti mismo o que aprendieses el método con algún
doctísimo retórico. Una y otra cosa has intentado,
según me dices; pero la oscuridad de los libros te ha
hecho desistir, y el retórico ha contestado que él
ignoraba los preceptos de Aristóteles; y no es maravilla
que un retórico desconozca a un filósofo, a
quien muy pocos de los mismos filósofos estudian.
Y cierto que es imperdonable descuido, porque no
sólo debían atraerles las cosas que dice o inventa sino también la abundancia y suavidad increíbles del
estilo. No pude, por tanto, ya que me lo rogabas
muchas veces, aunque manifestando temor de serme
molesto, hacerte esperar más tiempo, ni ser injusto
con un Intérprete del derecho. Habiendo
escrito tú tanto para mí y los míos, he temido que
pareciera ingratitud o soberbia el no hacerlo yo.
Mientras estuvimos juntos, tú eres buen testigo de
mis ocupaciones. Después que me separé de ti para
ir a Grecia, cuando ni la República ni los amigos me
necesitaban, ni podía yo segura y honrosamente vivir
entre las armas; así que llegué a Velia y vi tu casa
y a los tuyos, me acordé de esta deuda y quise complacer
tus tácitos deseos. Como no llevaba libros,
escribí de memoria en la navegación lo que vas a
oír, y te lo envío desde el camino, para que con mi
diligencia en cumplir tus mandatos se despierte en ti
la memoria de mis cosas, por más que no necesites
de estímulo ni recuerdo, Ya es tiempo de llegar al
objeto de este libro.