Entre frases atiborradas y pensamientos que se cruzan tan ágiles como el pasar de la vida misma, el autor logra una representación magnífica del dilema humano y su manera de buscar, a través del otro, una posible redención. Usando como herramientas claves el amor y la mujer, este camino va revelándose como un recorrido que el ser debe completarlo con la dosis suficiente de libertad, profundidad y entrega para que pueda, verdaderamente, trascender y encontrarse con su destino.
No existe ningún mundo que no pase por el otro; toda búsqueda de sí mismo, a través sí mismo, está destinada al fracaso y a la locura.
Los personajes de Casanare se buscan afanosamente dentro de sí mismos y se pierden en los túneles de su alma sin esperanza alguna.
En esta novela, las interacciones hombres y mujeres son manejadas desde un punto de vista humanista que sorprende gratamente al lector: así hay reflexiones sobre relaciones de amor o de puro sexo, expresadas desde la orilla del hombre o desde la orilla de la mujer, pero en la que ambos están ante el mismo río del amor, la vida y la muerte.
